Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El creciente uso de teléfonos celulares en las aulas generó un debate sobre el impacto en el proceso de aprendizaje y la convivencia escolar. En respuesta a esto, el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la dirección de Mercedes Miguel, emitió una resolución en la cual prohíbe el uso de estos dispositivos en horas de clase.
Según constató el diario La Nación, en la Escuela de Educación Media 6, ubicada en Villa Soldati, el director Martín Ortiz relató cómo la distracción causada por celulares llevó a la comunidad educativa a tomar medidas. En ese sentido, se desarrolló un proyecto para limitar el uso de celulares en las aulas. Desde 2023, se observó un deterioro en la atención y concentración de los estudiantes, directamente relacionado con la utilización excesiva de los dispositivos.
A pesar de cierta resistencia inicial por parte de los alumnos, el proyecto fue aceptado gradualmente y comenzó a mejorar el ambiente dentro del aula. Igualmente, Ortiz detalló que el día a día en la escuela se volvió complejo y los docentes pasan más tiempo pidiendo a los estudiantes guarden los celulares que enseñando los contenidos académicos. La falta de atención, los conflictos en redes sociales y la disminución en las calificaciones son evidencias del impacto negativo del uso descontrolado de los teléfonos móviles en el aula. Ante esta situación, el equipo directivo y docente decidió tomar medidas.
Durante las vacaciones de verano, Ortiz trabajó en un proyecto que presentó a la comunidad educativa al inicio del ciclo lectivo actual. Reunidos con docentes, padres y estudiantes, explicó que la prohibición no era un capricho, sino una necesidad para recuperar la atención y la concentración en el aula. El proyecto recibido inicialmente con cierta resistencia por parte de los alumnos demostró resultados positivos tras ser aplicado.
Los estudiantes comenzaron a comprender la importancia de la concentración en clase y la comunidad educativa entendió que no se trataba de una prohibición arbitraria, sino de un esfuerzo por mejorar el clima de aprendizaje. Del mismo modo, la capacitación de los docentes para manejar situaciones relacionadas con el uso de la tecnología en el aula también fue parte fundamental de la implementación. Los profesores fueron preparados para integrar las herramientas tecnológicas de manera planificada y con un propósito pedagógico claro, evitando el uso indiscriminado de los celulares.
También, en la Escuela Argentina Modelo, situada en Recoleta, la rectora Daniela Moren de Allois señaló que la utilización del celular ya estaba restringido antes de la resolución ministerial, permitiéndose exclusivamente en actividades pedagógicas previamente autorizadas. Moren de Allois mencionó que la implementación de plataformas educativas permitió a la escuela incorporar la tecnología de manera controlada y efectiva, sin depender del uso de celulares. Además, la colaboración de los padres fue crucial en la regulación, entendiendo la importancia de mantener a los alumnos enfocados durante las horas de clase.
Por otra parte, el Colegio Tarbut, ubicado en Núñez, la rectora Elisa Leon compartió, aunque la normativa oficial formaliza prácticas que la institución ya se había comenzado a implementar desde el 2023. A pesar de la resistencia inicial, los alumnos se adaptaron al nuevo sistema, busca promover una convivencia más saludable y menos dependiente de la tecnología. Bajo esta misma línea, la rectora explicó que la implementación de la normativa fue un proceso comunitario. Con la participación de padres, docentes y alumnos, este proyecto fue inicialmente recibido con escepticismo, pero con el tiempo se comprendió la importancia de la medida.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS
