Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La provincia de La Rioja recientemente aprobó una medida económica significativa: la creación del Bono de Consolidación de Deuda (BOCADE), conocido como "Chacho". Este apodo es un homenaje a Ángel Vicente Peñaloza, un caudillo histórico de la región, conocido por su oposición al poder central de Buenos Aires. BOCADE es una iniciativa impulsada por el gobernador Ricardo Quintela, diseñada para aliviar la presión financiera en la provincia. La medida permitirá la emisión de hasta 22 mil 500 millones de Chachos, con un valor paritario al peso argentino.
BOCADE se clasifica dentro de las cuasimonedas, un tipo de bono de deuda pública que puede circular como medio de pago. Esencialmente, es una promesa de pago que se espera sea redimida en una fecha futura por el emisor. Estos instrumentos no son nuevos en la historia económica de Argentina; surgieron como una respuesta a la crisis financiera del 2001, cuando varias provincias, incluida La Rioja, emitieron bonos similares para mitigar sus problemas financieros. En la provincia de Buenos Aires se hizo popular el bono Patacón, impulsada por Carlos Ruckauf.
Por su parte, la situación actual, sin embargo, presenta un desafío distintivo. A diferencia de la crisis de 2001, el Gobierno nacional argentino dejó claro que no ofrecerá rescate financiero para estas cuasimonedas. Esto significa que la responsabilidad y el riesgo asociados con BOCADE recaen enteramente en la provincia de La Rioja.
El uso de BOCADE para el pago de salarios de empleados públicos y proveedores indica una medida creativa para manejar los compromisos financieros sin recurrir a recursos adicionales. No obstante, la decisión de utilizar cuasimonedas puede tener implicaciones significativas, tanto para la economía local como para la confianza en el sistema financiero provincial.
Así, la medida demuestra un esfuerzo por parte del gobierno de La Rioja para navegar en un entorno económico desafiante, marcado por restricciones de liquidez y presiones fiscales. El éxito o el fracaso de BOCADE podría ofrecer lecciones valiosas sobre la gestión de crisis financieras a nivel provincial en Argentina. El desarrollo de Chacho será seguido de cerca por economistas y políticos, tanto dentro como fuera del país, en un contexto donde las soluciones innovadoras a los problemas financieros son cada vez más necesarias.
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