Buenos Aires,
Axel Olivares
Crédito foto: Gobierno de Argentina
Con el anuncio del desplazamiento de Nicolás Posse para darle lugar a Guillermo Francos como nuevo jefe de Gabinete, se llega a una particular conclusión, durante los seis meses de gestión de la administración de Javier Milei, han renunciado 32 funcionarios, esto equivale a una renuncia cada cinco días.
Desde el 10 de diciembre, cuando el líder libertario asumió la presidencia, 32 funcionarios han abandonado su cargo en alguno de los ocho ministerios determinados por el gobierno, siendo Nicolás Posse la última baja registrada. Sin embargo, la cartera con la mayor cantidad de cambios fue la subsecretaría de vocería y comunicación de Gobierno y el ministerio de capital humano. Por este último pasaron tres secretarios de trabajo y se dieron 10 de las 32 bajas.
Junto a la salida de Posse se conoció también el pedido de renuncia a Silvestre Sívori, una figura muy cercana al exjefe de gabinete, quien estaba a cargo de la dirección general de la agencia federal de inteligencia (AFI), un área clave para la administración pública. Cabe destacar, tanto Posse como Sívori fueron acusados de espiar a funcionarios del propio Gobierno, una de las principales razones de la baja del exjefe de ministros.
Otro nombre que resonó con la misma magnitud que Posse fue Osvaldo Giordano, quien se desempeñó como titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). La solicitud de su renuncia llegó luego de que su esposa, Alejandra Torres, diputada de la Nación por el partido Hacemos Coalición Federal, votara en contra de la ley Bases promulgada por el oficialismo. La oposición a la ley también le valió su cargo a Flavia Royón, quien se desempeñaba como secretaria en el área de minería. De esta forma, su cercanía con el gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, opositor a la ley, hizo que el presidente le pidiera su renuncia.
Por otra parte, otro nombre que se desvinculó del Gobierno fue Guillermo Ferraro, exministro de infraestructura, Este fue acusado de filtrar información de las reuniones las cuales mantenía el pleno de ministros. El ministerio quedó supeditado al ministerio de economía dirigido por Luis Caputo.
De esta forma, algunas salidas no han quedado exentas de controversia, tal como la renuncia de Enrique Rodríguez Chiantore, quien se encargaba de la superintendencia de servicios de salud. El funcionario aseguró su lugar a través de su cercanía a la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. Sin embargo, luego del primer paro general de la Confederación General de Trabajo (CGT), se señaló como el principal responsable. Chiantore afirma que se enteró de su salida a través de un mensaje de WhatsApp.
A esta lista se le suma el titular de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Marcelo Papandrea, quien se ganó el desdén del gobierno al no obedecer la orden de la jefatura de Gabinete de remover una estructura ligada al gobierno anterior. Según el presidente, "todo el gabinete está en revisión", por lo cual la estadía de varios funcionarios puede ser incierta, teniendo en cuenta que el objetivo del gobierno libertario es reducir el tamaño del Estado lo más posible.