El traslado de la embajada Argentina a Jerusalén abre el debate político y social

 22-03-2024
Francisco Vicario
   
Portada | Argentina
Foto: Senado de Argentina

Foto: Senado de Argentina

En la audiencia pública del 21 de marzo ante la Comisión de Acuerdos, Axel Wahnish, propuesto como embajador argentino en Israel, fue interpelado sobre la decisión del presidente de trasladar la embajada argentina a Jerusalén, marcando un momento significativo en la política exterior de Argentina. Esta decisión, según Wahnish, refleja un compromiso de larga data del presidente y ha sido cuidadosamente considerada, pesando todos los pros y contras asociados.

La mudanza de la embajada a Jerusalén es vista por Wahnish no como un deterioro de las relaciones con otros países sino como una afirmación de política exterior, enfatizando que no se dialoga ni se negocia con el terrorismo. Sin embargo, esta postura suscita preguntas sobre el impacto de tal decisión en el contexto del terrorismo internacional y las relaciones de Argentina con otros países, especialmente considerando los atentados sufridos por Argentina en el pasado.

El debate se extendió a cómo esta decisión podría afectar el reclamo de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas, considerando la posición de Naciones Unidas sobre Jerusalén. Wahnish aseguró que la embajada se ubicaría en la parte de Jerusalén reconocida por la ONU como territorio israelí, buscando minimizar cualquier impacto negativo.

Por su parte, la audiencia también abordó el papel de Argentina como país de paz, destacando la responsabilidad de representar los intereses argentinos sin comprometer la posición del país como tal. Wahnish, enfatizando su identidad argentina y su compromiso con la misión encomendada, abogó por fortalecer y promover las relaciones bilaterales a través del diálogo y el intercambio político, económico, y cultural.

Este debate abre una nueva etapa sobre el impacto potencial en la geopolítica global. A medida que Argentina considera su posición y sus alianzas estratégicas, el traslado de la embajada a Jerusalén representa un punto de inflexión en la diplomacia, reflejando tanto oportunidades como desafíos en el escenario internacional.




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