Gustavo Petro exigió ampliar el programa de vivienda rural en el Cañón del Micay, criticando la falta de avances y pidiendo soluciones para la región
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su descontento con el avance del programa de mejoramiento de vivienda en el Cañón del Micay, en el departamento del Cauca, durante el Consejo de Ministros celebrado en la madrugada del 11 de marzo. En una intervención enérgica, el mandatario interrumpió al viceministro de Vivienda, Edwar Steven Libreros, para señalar que la respuesta del gobierno en esta zona es insuficiente y debe ampliarse de manera significativa.
Dicho incidente ocurrió mientras Libreros presentaba un balance de gestión en donde destacaba la entrega de 120 mejoramientos de vivienda de un total de 431 proyectados. Sin embargo, Petro consideró que esta cifra no responde a la magnitud del problema en la región. "No necesitamos 150 viviendas mejoradas, necesitamos miles en el Micay, porque la población del Micay es mucho más grande que 150 viviendas. Hay que mirar en el Micay", afirmó el presidente.
La región del Cañón del Micay fue históricamente una zona afectada por el conflicto armado y el abandono estatal, lo que dejó a sus habitantes en condiciones precarias. Petro enfatizó la necesidad de una mayor presencia de su equipo en el territorio para comprender las necesidades reales de la comunidad. "Si uno no va al Micay, no sabe de qué está hablando. Entonces, hay que ir al Micay, primero que todo", insistió.
Además de la crítica a la falta de acción en el Micay, Petro también arremetió contra la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), asegurando que seguir sus lineamientos llevaría al fracaso de las políticas del Ministerio de Vivienda. "Si la política del Ministerio de Vivienda es la de Camacol, fracasamos", dijo, señalando cómo la organización representa a "los grandes especuladores de tierra en Colombia" y quienes han obstaculizado la planificación de vivienda en la Sabana de Bogotá.
Por último, reiteró que el sector campesino necesita soluciones urgentes y estructurales, las cuales no solo permitan el acceso a la tierra, sino también condiciones dignas de vivienda. La situación en el Cañón del Micay se convirtió en un punto clave para el gobierno, que busca transformar la realidad de las comunidades rurales afectadas por la pobreza y la falta de infraestructura.