Meta compró créditos verdes en Texas sin usar directamente la energía; una estrategia orientada a sostener centros de datos con fuentes limpias verificables
Recientemente Meta formalizó acuerdos para adquirir los atributos ambientales de dos plantas solares en Texas, una acción que se enmarca dentro de su estrategia para mantener centros de datos operando con fuentes de energía renovable. Las instalaciones pertenecen a la empresa Adapture Renewables y representan un total de 360 megavatios de capacidad.
El anuncio se realizó el 26 de junio de 2025, día en que la tecnológica informó sobre la compra de certificados ambientales asociados a la generación de energía solar. Estos créditos permiten a compañías compensar su huella de carbono mediante la titularidad de la energía limpia producida, aunque no consuman directamente esa electricidad.
La operación se suma a otras iniciativas recientes del conglomerado tecnológico. El 27 de junio, la firma comunicó otro acuerdo, esta vez con Invenergy, para adquirir 791 megavatios de capacidad eléctrica de proyectos solares y eólicos en Ohio, Arkansas y Texas. Ambos proyectos están previstos para entrar en operación entre 2027 y 2028.
Adicionalmente, Meta firmó contratos en mayo con AES por 650 megavatios en nuevos desarrollos solares, y en junio cerró un trato con XGS Energy para la creación de una planta geotérmica avanzada en Nuevo México con capacidad de 150 megavatios.
En conjunto, estas acciones incrementan de forma considerable la cartera de activos energéticos renovables de Meta. Los atributos ambientales adquiridos son certificados utilizados frecuentemente por compañías que desean acreditar su compromiso con fuentes limpias, aun cuando no estén conectadas físicamente a la misma red que los proyectos generadores.
Así, este tipo de mecanismos resulta clave en mercados donde la infraestructura eléctrica impide un consumo directo desde plantas renovables. Según desarrolladores del sector, esta práctica se ha vuelto común entre empresas que buscan avanzar hacia metas de descarbonización sin depender exclusivamente de ubicaciones específicas.
Las adquisiciones ocurren en un momento de incertidumbre política respecto al futuro de los incentivos fiscales para energías limpias en Estados Unidos. Legisladores republicanos han planteado su eliminación dentro de las propuestas de conciliación en discusión en el Congreso. Pese a este contexto, Meta continúa ampliando su exposición a tecnologías solares, eólicas y geotérmicas mediante diferentes tipos de contratos energéticos.
Según estimaciones de la industria, una granja solar puede comenzar a operar en un plazo aproximado de 18 meses desde el inicio de construcción. Este ritmo de implementación convierte a la energía solar en una opción estratégica para empresas con alta demanda eléctrica y objetivos climáticos definidos.
Los créditos verdes adquiridos en Texas forman parte de este conjunto de herramientas utilizadas por corporaciones para avanzar en sus compromisos ambientales. No representan consumo directo de electricidad, pero validan el respaldo a fuentes energéticas sin emisiones.