El uso reiterado de gabapentina se relaciona con mayor riesgo de deterioro cerebral, según investigación publicada en revista médica en EE. UU.
El uso continuado de un fármaco recetado para aliviar el dolor crónico podría estar asociado con un mayor riesgo de demencia y problemas en la memoria, según una investigación publicada el 10 de julio de 2025 en la revista Regional Anesthesia & Pain Medicine.
Se trata de la gabapentina, un medicamento desarrollado para tratar la epilepsia, pero que posteriormente se empezó a utilizar para el tratamiento del dolor, en especial, los neuropáticos. Especialistas de la Universidad Case Western Reserve revisaron registros médicos de más de 26,400 pacientes con lumbalgia tratados con este fármaco. Al compararlos con personas que no lo recibieron, hallaron un incremento del 29% en la aparición de demencia y del 85% en diagnósticos leves de deterioro mental.
"Los hallazgos de este estudio respaldan la necesidad de una monitorización estrecha en los pacientes adultos a los que se les recetó gabapentina para evaluar el deterioro cognitivo potencial", escribieron los investigadores, encabezados por Nafis Eghrari, estudiante de medicina de dicha institución.
Uno de los hallazgos más relevantes fue el impacto en adultos entre 18 y 64 años, quienes mostraron más del doble de probabilidades de recibir un diagnóstico de este tipo. El riesgo fue aún mayor en el grupo de 35 a 64 años, donde se reportaron aumentos significativos tanto en casos de demencia como en afectaciones leves de la función cerebral.
También se identificó una relación con la frecuencia de prescripción. "Los que tenían 12 o más recetas de gabapentina tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar demencia y un 65% más de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo leve que los que recetaron el medicamento de tres a 11 veces", detallaron los autores.
Este tratamiento ha ganado popularidad como alternativa a los opioides, debido a su bajo potencial adictivo. No obstante, su mecanismo de acción, que reduce la transmisión entre neuronas, plantea interrogantes sobre sus posibles efectos adversos en el cerebro.
"Además, esto proporciona una base para investigar más si la gabapentina desempeña un papel causal en el desarrollo de la demencia y el deterioro cognitivo", añadieron los investigadores.
Aunque el análisis es relevante, al tratarse de un estudio observacional, no puede establecerse aun una relación directa de causa y efecto. "Esperamos que el estudio actual promueva más investigaciones para delinear si la gabapentina desempeña un papel causal en el desarrollo de la demencia y los mecanismos subyacentes de esta relación", concluyó el equipo.