Un nuevo acuerdo entre EE.UU. y Japón fortalece al dólar y debilita al oro en medio de tensiones con la UE y riesgos geopolíticos
El oro retrocedió este 23 de julio de 2025 tras alcanzar sus niveles más altos en semanas. Tal movimiento que refleja cómo los mercados están recalibrando sus expectativas frente a las cambiantes dinámicas geopolíticas y comerciales. El detonante inmediato fue el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón, aunque establece aranceles del 15%, fue interpretado por los inversores como un gesto de acercamiento y distensión entre dos potencias clave en Asia. Esta lectura optimista impulsó al dólar estadounidense, que encontró nuevo apoyo y, en consecuencia, presionó a la baja al lingote, cuya cotización suele resentirse cuando el billete verde gana terreno.
Un aparente alivio en las tensiones comerciales en Asia desactivó, al menos momentáneamente, el apetito por activos refugio como el oro. Sin embargo, esta pausa en el rally del metal precioso no implica un cambio de tendencia definitivo. Las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea podrían reavivar rápidamente la demanda de oro si las amenazas arancelarias se concretan. Según un análisis de mercado de Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, Washington ha reafirmado su intención de imponer nuevas tarifas a las importaciones provenientes del bloque europeo a partir del 1 de agosto, en caso de que no se llegue a un acuerdo. Mientras tanto, Bruselas prepara medidas de represalia, se agrava la percepción de un deterioro en las relaciones comerciales transatlánticas.
A este panorama comercial incierto se suman factores geopolíticos manteniendo vigente el interés por el oro como activo de resguardo. Las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania reanudadas en Estambul generan pocas expectativas de éxito, ya que los ataques cruzados continúan y minan cualquier posible avance diplomático. Por otro lado, la crisis en Gaza se intensifica en medio de la expansión de operaciones militares, lo que eleva el riesgo regional y alimenta las tensiones humanitarias. Ambos focos de conflicto contribuyen a sostener un piso en los precios del oro, incluso en un contexto de presión bajista por parte de los mercados cambiarios.
Mirando hacia adelante, los inversionistas se mantendrán atentos a tres factores clave: la evolución de las negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, la reunión de la Reserva Federal prevista para la próxima semana, y el curso de los conflictos internacionales. Cualquiera de estos elementos podría alterar de forma significativa el sentimiento de los mercados y devolver fuerza al oro como refugio predilecto en tiempos de turbulencia. Aunque el precio del metal haya cedido momentáneamente, el contexto global sigue lejos de ofrecer certezas, y en ese terreno la demanda por seguridad siempre encuentra un ancla en el oro.