
Foto: Composición por Alan Cortés (NotiPress)
El comportamiento reciente del oro en los mercados internacionales ha captado la atención de analistas técnicos y operadores. Luego de enfrentar presiones que amenazaban con consolidar una figura de doble techo, el metal precioso mostró fortaleza al sostenerse sobre un soporte clave, correspondiente al nivel de retroceso de Fibonacci del 38.2% trazado sobre su último impulso alcista.
Así, el precio del oro registró una ganancia del 0.8%, acercándose nuevamente a los 3,200 dólares por onza. Este repunte no solo responde a factores macroeconómicos relacionados con la desinflación en Estados Unidos, sino que también evidencia el mantenimiento de estructuras técnicas que dificultan una lectura clara del comportamiento futuro del activo. En este contexto, los temores sobre una ruptura bajista permanecen contenidos mientras no se crucen niveles críticos.
Según el análisis de Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, el oro respetó dicho nivel técnico, introduciendo una variable significativa para el análisis técnico. La posible formación de un doble techo bajista, figura comúnmente vinculada con correcciones marcadas, todavía no se confirma. Este comportamiento observado luego de un retroceso desde máximos recientes ha sido determinante para evitar ventas adicionales.
NotiPress tuvo acceso al informe donde se señala que el metal se encuentra en una zona de indefinición, con fuerzas compradoras y vendedoras actuando de forma equilibrada. Esta dinámica mantiene en pausa cualquier dirección definitiva y refleja la cautela de los operadores frente al entorno económico internacional.
Otro factor que influye directamente es la evolución de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. El descenso desde niveles superiores al 4.5% disminuyó el costo de oportunidad asociado a la tenencia de oro, otorgándole mayor atractivo. Si bien no se descartan ajustes futuros, la estabilidad actual sugiere que los soportes técnicos continúan siendo respetados.
Desde la óptica técnica, el retroceso de Fibonacci del 38.2% continúa siendo un punto de referencia para los analistas. Utilizado habitualmente para detectar posibles rebotes o cambios de dirección, este nivel no ha sido superado de forma concluyente, lo cual permite que la estructura alcista conserve su validez dentro del análisis gráfico.
Frente a este panorama, el mercado del oro se encuentra en una fase de observación activa, donde cada movimiento es examinado en función de su impacto técnico y macroeconómico. La interacción entre indicadores financieros y referencias gráficas mantiene al oro como uno de los activos más monitoreados, en espera de señales más definidas que permitan proyectar con mayor certeza su evolución en el corto y mediano plazo.
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