Dos agentes de CBP en California se declararon culpables por permitir la entrada de drogas desde México mediante un sistema de códigos con emojis
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) confirmó que dos de sus agentes se declararon culpables de conspirar con integrantes del narcotráfico con base en México. Los oficiales facilitaron el cruce de vehículos cargados con drogas hacia territorio estadounidense, sin que fueran sometidos a inspección.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que Jesse Clark García, de 37 años, y Diego Bonillo, de 30, utilizaron su posición en los puertos de entrada de Tecate y Mesa, ambos en California, para colaborar con una organización criminal. A través del uso de emojis como código secreto, indicaban a los traficantes el carril específico y la hora en que debían cruzar la frontera.
García se declaró culpable el 8 de julio de 2025 ante un tribunal federal. Según el reporte oficial, aceptó nueve cargos de la acusación, entre ellos conspiración para importar sustancias controladas, además de la importación de cocaína, metanfetamina y fentanilo. Bonillo, por su parte, se declaró culpable el 28 de julio de 2025, justo antes de iniciar su juicio ante el jurado. Admitió tres cargos, incluyendo conspiración para importar sustancias controladas, así como la importación de fentanilo y heroína.
Ambos funcionarios informaban a los miembros del grupo delictivo sobre los carriles que ellos tendrían bajo su supervisión durante su turno. De esa manera, los vehículos con cargamentos de drogas eran dirigidos por esos carriles para cruzar sin revisión. Las autoridades detallaron que los implicados usaron las ganancias obtenidas por sus actividades para financiar viajes nacionales e internacionales, adquirir artículos de lujo e intentar comprar propiedades en México.
Durante su declaración, Bonillo admitió haber facilitado el cruce de "al menos 75 kilogramos de fentanilo, 4.5 kilogramos de metanfetamina y más de un kilogramo de heroína". Las autoridades estadounidenses destacaron que los actos cometidos por los agentes representan una violación grave de su deber como oficiales de protección fronteriza.
Las sentencias para ambos agentes ya fueron calendarizadas. García conocerá su sentencia el 26 de septiembre de 2025, mientras que Bonillo lo hará el 7 de noviembre del mismo año. Conforme a la legislación vigente, los cargos por conspiración e importación de sustancias controladas conllevan una pena máxima de cadena perpetua y un mínimo obligatorio de 10 años de prisión.
Dicha investigación, desarrollada por agencias federales, continúa abierta. El Departamento de Justicia no confirmó si existen más funcionarios implicados o si la red delictiva involucrada mantiene operaciones activas en otras zonas fronterizas.