Tech Transparency Project identifica cuentas de milicias armadas en Instagram bajo parámetros de eliminación incluidos en políticas de Meta
Meta establece en sus políticas de "Organizaciones e individuos peligrosos" la prohibición de actores no estatales que utilicen armas en su entrenamiento, comunicación o presencia en línea, y operen con estructura similar a fuerzas militares no oficiales. Estas directrices contemplan la exclusión de entidades que se organicen para preparar actos violentos, promuevan enfrentamientos contra funcionarios o participen en delitos como vandalismo o robo.
El Tech Transparency Project, organismo dedicado a monitorear el extremismo en internet, identificó cerca de 200 cuentas en Instagram vinculadas con actividades de milicias armadas. Decenas de esas cuentas fueron clasificadas dentro de una nueva generación de grupos nacionalistas cristianos antigubernamentales. Sus publicaciones incluyen imágenes de entrenamientos armados, mensajes religiosos y símbolos propios de movimientos paramilitares.
De este modo, en años recientes, la compañía eliminó varias cuentas de estas características. Sin embargo, la directora del Tech Transparency Project, Katie Paul, indicó que persiste un número considerable de perfiles activos quienes, por su actividad y contenido, cumplen con las condiciones definidas para ser bloqueados por la plataforma. Paul afirmó cómo la aplicación de estas políticas no es suficientemente proactiva, lo cual facilita que continúen operando en el entorno digital.
Según los criterios publicados por Meta, se consideran prohibidas las entidades no estatales que fomenten portar armas en actos públicos con intención de intimidar o participen en violencia de gravedad media durante eventos cívicos. La definición también incluye actores quienes promuevan insurrecciones o guerra civil. Dentro de esta categoría entrarían varios de los grupos documentados por el organismo de control, con evidencia disponible en publicaciones abiertas y privadas.
Además, el reporte indica que parte de la actividad se realiza mediante contenido efímero, utilizando funciones como Stories, las cuales se eliminan de manera automática después de 24 horas. Este formato dificulta el seguimiento y la intervención directa, dado que reduce la permanencia pública de las pruebas de infracción. Además, las interacciones cruzadas entre cuentas, junto con la vinculación a comercios en línea quienes venden equipo táctico o ropa, generan un entorno de difícil control para la moderación automatizada.
Tras el asalto al Capitolio en 2021, varias organizaciones paramilitares tradicionales disminuyeron su visibilidad pública. Investigaciones de medios como WIRED señalan cómo algunos grupos volvieron a reorganizarse en redes sociales, incluyendo Facebook, pese a existir prohibiciones específicas. El mismo patrón se observa en Instagram, con perfiles que mantienen actividad constante sin restricciones aparentes.
Igualmente, Meta no ofreció respuesta a las solicitudes de comentarios sobre la permanencia de estas cuentas. Por su parte, expertos en extremismo digital advierten cómo la presencia prolongada de este tipo de perfiles refuerza su capacidad de reclutamiento y difusión de material propagandístico.
El caso expone un contraste entre la política formal de la compañía y la ejecución efectiva de medidas contra organizaciones peligrosas. Documentos públicos de la empresa detallan criterios claros para identificar y retirar cuentas de milicias armadas no estatales, aunque el monitoreo independiente demuestra que el cumplimiento no siempre se ajusta a lo establecido.