Con historia y disputa, el dulce de leche tiene su día el 11 de octubre

Reconocido como símbolo rioplatense, el dulce de leche suma historia, exportaciones y versiones sobre su origen cada 11 de octubre

Sabor, historia y controversia se mezclan cada 11 de octubre cuando el dulce de leche es homenajeado como ícono cultural y delicia internacional

Cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche, una fecha instaurada en 1998 por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines. Esta jornada tiene como objetivo destacar el valor cultural, gastronómico y económico de un producto compartido por distintas regiones del mundo, especialmente por Argentina y Uruguay.

En 2002, la Secretaría de Cultura de Argentina lo declaró "Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Nación", reafirmando su relevancia en la identidad nacional. A su vez, en 2003, un acuerdo entre el Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay y la Secretaría de Cultura argentina estableció que el dulce de leche se registrara como producto autóctono de ambos países.

Las versiones sobre su origen son diversas y van desde una receta improvisada en una estancia en Cañuelas en 1829, hasta registros coloniales de monjas en Montevideo, o menciones más antiguas ligadas a Asia. Una historia ampliamente difundida sostiene que una criada olvidó una mezcla de leche con azúcar al fuego mientras Rosas y Lavalle acordaban una tregua política. "La misma historia, incomprobable, también la encontramos con Napoleón Bonaparte como protagonista", se señala en uno de los relatos recopilados .

Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, se producen más de 128.000 toneladas anuales de dulce de leche. El 90% se destina al consumo interno y el 10% restante a exportaciones hacia países como Brasil, Estados Unidos, Canadá, Israel, Chile y naciones de la Unión Europea. El consumo promedio por persona en Argentina alcanza los 3,2 kilos al año.

En cuanto a su elaboración, el producto combina leche y azúcar, y su color característico proviene de la cristalización del azúcar durante la cocción prolongada. Existen diversas variantes: clásico, repostero, heladero, así como opciones veganas o con bajo contenido calórico.

Su denominación varía según el país. En Colombia, Guatemala y Venezuela se lo llama "arequipe"; en México, "cajeta"; en Chile, "manjar" y en Cuba, "fanguito". También se registraron nombres como "manjar blanco" en Perú, "queso de urrao" en Bolivia y "bienmesabe" en Panamá.

En 2003, Argentina impulsó una declaración ante la Organización Mundial del Comercio para que el dulce de leche, junto con el asado y las empanadas, fueran considerados patrimonio cultural nacional. La propuesta generó reacciones inmediatas en Uruguay, donde se propuso etiquetar sus productos con la leyenda "Producto uruguayo como La Cumparsita". Finalmente, se resolvió el conflicto diplomático declarando al dulce de leche como "Patrimonio Cultural del Río de la Plata".

A lo largo de su historia, este alimento se instaló tanto en la mesa cotidiana como en la industria gastronómica y en las exportaciones. Con una identidad marcada por la tradición y la disputa, cada 11 de octubre se convierte en una ocasión para conmemorar un producto que cruzó fronteras y generaciones.