
Foto: X @AlvaroUribeVel
En un movimiento estratégico de cara a las elecciones presidenciales de 2026 en Colombia, Álvaro Uribe Vélez, expresidente y líder del partido Centro Democrático, instruyó a sus precandidatos sobre la prohibición de utilizar expresiones violentas en sus campañas internas. Las palabras "motosierra" y "dar de baja" quedaron vetadas del discurso de quienes aspiran a representar la colectividad en los próximos comicios.
La medida fue anunciada durante una reunión privada en la cual participaron los principales precandidatos del partido. Uribe enfatizó la necesidad de mantener una contienda respetuosa, en la cual las diferencias políticas no deriven en confrontaciones que puedan erosionar la cohesión interna del movimiento. Según lo reportado por Infobae, el exmandatario subrayó que "en el Centro Democrático no se puede permitir el uso de términos que inciten a la violencia o generen percepciones negativas".
Durante el encuentro, se discutieron las reglas de comportamiento y la importancia de cuidar las formas en el trato entre los aspirantes. Este enfoque responde a un contexto electoral en el que la imagen pública del partido resulta crucial para mantener su relevancia frente a la ciudadanía colombiana. Uribe recordó que en campañas pasadas, los conflictos verbales internos afectaron la percepción del partido, motivo por el cual se busca evitar errores similares en el proceso actual.
Los precandidatos recibieron instrucciones específicas para desarrollar debates y actividades proselitistas bajo parámetros de respeto, moderación y disciplina. Así, se busca fortalecer una imagen de unidad y civilidad que contraste con episodios de confrontación política registrados en otros sectores. La prohibición de términos asociados a la violencia pretende minimizar riesgos de polarización interna que puedan derivar en un debilitamiento de la propuesta política del Centro Democrático.
Uribe, quien sigue siendo una figura de peso en la política colombiana, reiteró su llamado a un "proceso limpio" y a una competencia basada en la exposición de ideas, más que en descalificaciones personales. Aunque no se establecieron sanciones explícitas para quienes incumplan esta directriz, el líder político dejó claro que quienes utilicen lenguaje inapropiado se expondrán al rechazo de la dirigencia y de la militancia.
Con la mirada puesta en fortalecer su estructura interna, el Centro Democrático inicia un nuevo ciclo político donde el control del discurso se convierte en herramienta fundamental. Esta estrategia no sólo busca preservar la unidad partidista, sino también ofrecer al electorado una imagen de renovación en las prácticas políticas tradicionales.
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