Bogotá,
Axel Olivares
Crédito foto: Gobierno de Chile
Cuando Nicolás Maduro se proclamó nuevamente presidente de Venezuela luego de unas elecciones poco transparentes, uno de los primeros mandatarios en pronunciarse en contra de los supuestos resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) fue el presidente de Chile, Gabriel Boric. Esto hizo que Maduro sumara inmediatamente a Chile a su lista negra expulsando al personal diplomático chileno de Venezuela.
Recientemente, en una rueda de prensa desde el Palacio de La Moneda, el jefe de Estado chileno afirmó que el régimen de Maduro cometió fraude electoral al momento de contar los votos. Además, cuestionó la veracidad de las elecciones aludiendo a la pregunta que todos se hacen: "El régimen de Maduro ha intentado cometer un fraude, sino hubiesen mostrado las famosas actas, ¿por qué no lo han hecho?"
El CNE asegura haber presentado las actas al Tribunal Supremo para corroborar los resultados. La Justicia, la cual es explícitamente cercana a Maduro, dio nuevamente por ganador a Nicolás Maduro. Sin embargo, las actas aún no han llegado al alcance del público.
"No podemos como comunidad internacional cometer el mismo error que en su momento se cometió con [Juan] Guaidó, y esto lo entiende la mayoría de los países. Pero quiero ser claro, Chile no reconoce el triunfo autoproclamado de Maduro, no confiamos además en la independencia ni imparcialidad de las actuales instituciones en Venezuela", aseguró Boric. Por lo tanto, Chile no validará resultados que no hayan sido corroborados por organismos internacionales independientes del régimen de Venezuela.
Boric también señaló que el régimen chavista está cometiendo graves violaciones a los derechos humanos al avanzar sobre las manifestaciones que se dan en las calles de Venezuela. Estas situaciones, aseguró el mandatario, no se darían ni en Chile ni en ningún país democrático.
La postura del presidente de Chile tiene especial relevancia siendo uno de los pocos mandatarios de izquierda, y el único de la región, en condenar a Maduro. La decisión de Boric difiere de otros líderes de Estado de la misma posición ideológica como los presidentes de Brasil, Colombia y Venezuela quienes prefirieron mantener la neutralidad hasta que aparezcan datos confiables sobre cuál fueron los resultados de los comicios.
Por su parte, Nicolás Maduro decidió romper relaciones con todos los países que no reconocieron su triunfo. Entre los países cuyos embajadores fueron expulsados de Venezuela se encuentran Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.