Bogotá,
Judith Moreno
Crédito foto: Joel González - Presidencia
Japón fue el primer país asiático en establecer relaciones diplomáticas con Colombia en 1908. A lo largo de más de un siglo, ambas naciones sostuvieron lazos en cooperación, comercio y cultura. Sin embargo, la presencia económica nipona en territorio colombiano se mantiene reducida frente a otros socios de Asia, pese a cifras acumuladas de inversión y a una agenda que hoy busca renovarse.
Entre 2000 y 2024, el flujo de inversión extranjera directa desde Japón hacia Colombia alcanzó 766,9 millones de dólares, consolidándose como el tercer origen asiático de capital, detrás de China e India. Datos oficiales señalan la existencia de más de 45 compañías japonesas instaladas en sectores automotriz, manufacturero, tecnológico y comercial. Pese a ese panorama, su peso dentro del tejido empresarial continúa con perfil bajo en comparación con el impacto logrado por competidores regionales.
Durante la visita oficial del presidente Gustavo Petro a Tokio, se realizó una reunión con la Federación Japonesa de Empresarios (Keidanren), donde se abordaron oportunidades para diversificar exportaciones y atraer nuevas inversiones. El encuentro incluyó a representantes de Mitsubishi Corporation, encabezados por Takehiko Kakiuchi, vicepresidente del organismo y presidente del Comité Económico Conjunto. La agenda bilateral destacó la posibilidad de trabajar en energías limpias, vehículos eléctricos, maquinaria y digitalización.
En 2024, las exportaciones no minero-energéticas colombianas hacia Japón sumaron USD$293,4 millones, con protagonismo del café verde, flores frescas, derivados del café y productos agroindustriales. Estos sectores representan el núcleo de la relación comercial, aunque autoridades colombianas manifestaron interés en expandir la canasta exportadora hacia bienes con mayor valor agregado.
La participación de Colombia en la Expo Mundial 2025 en Osaka refuerza la proyección diplomática y comercial. En este evento internacional, con la presencia de 160 países, Colombia se convirtió en el único de América Latina con pabellón propio. El espacio, de 875 metros cuadrados, fue diseñado con una narrativa basada en agua y realismo mágico, elementos que resaltan biodiversidad, sostenibilidad y cultura nacional. La estrategia busca atraer inversionistas e impulsar vínculos económicos en un escenario global de alta visibilidad.
Mediante la reunión bilateral, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, recordó la trayectoria histórica de 117 años de relaciones, destacando además la importancia del café colombiano y el reconocimiento de las flores en el mercado nipón. El mandatario japonés mencionó que aproximadamente 3.000 descendientes de ciudadanos japoneses residen en Colombia, aportando en diversas actividades económicas y sociales.
Así, en paralelo, Colombia reiteró la intención de reactivar negociaciones para un Acuerdo de Asociación Económica (EPA) suspendidas desde 2021. El gobierno colombiano argumentó que este marco jurídico permitiría incrementar el intercambio comercial y abrir espacio a nuevos flujos de capital. Japón ya cuenta con acuerdos similares con otros países de la región, entre ellos México, Perú y Chile, lo que permitiría proyectar una ruta de integración económica más amplia en el mediano plazo.
El vínculo entre ambos Estados combina tradición diplomática y moderada proyección económica. La visita oficial en septiembre de 2025 se enmarca en un esfuerzo por ampliar la cooperación y generar un entorno favorable para inversión japonesa en Colombia en sectores estratégicos de la economía colombiana.