Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El Departamento de Estado del gobierno estadounidense publicó su informe anual sobre terrorismo correspondiente al año 2023, en el que destacó al Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las extintas FARC y el grupo armado peruano Sendero Luminoso como las principales amenazas terroristas en América Latina.
Con respecto a las disidencias de las FARC, el informe identificó específicamente a la Segunda Marquetalia, liderada por Iván Márquez, y al Estado Mayor Central, bajo el mando de Iván Mordisco. Según el documento, estos grupos, junto con el ELN, continuaron llevando a cabo actos de terrorismo tanto en Colombia como en Venezuela. Entre las actividades señaladas se incluyen atentados con bombas, secuestros y ataques dirigidos a la infraestructura civil y a instalaciones militares y policiales.
A pesar de que el informe reconoce "avances significativos" en la lucha contra el terrorismo en la región, también destaca los desafíos persistentes, como la corrupción, instituciones gubernamentales débiles y la escasez de recursos. Estas limitaciones, afirma, dificultaron el progreso en la erradicación de estas amenazas.
Hezbolá y su influencia en América Latina
Por otro lado, el grupo islamista libanés Hezbolá, respaldado por Irán, también fue mencionado en el informe por mantener actividades en Latinoamérica durante 2023. Según el Departamento de Estado, Hezbolá utilizó la región como base para recaudar fondos destinados a financiar sus operaciones globales.
De acuerdo con el documento, miembros de esta organización están presentes en países como Brasil, Chile, Colombia, Panamá y Perú. Además, las autoridades brasileñas desmantelaron varias redes de reclutamiento vinculadas a Hezbolá, un avance significativo en la lucha contra la influencia del grupo en la región.
Cuba permanece en la lista de patrocinadores del terrorismo
Otro punto destacado del informe es la decisión de mantener a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo, junto con Corea del Norte, Irán y Siria. La inclusión de Cuba en esta categoría se remonta a enero de 2021, cuando el expresidente Donald Trump tomó la decisión argumentando que la isla había brindado refugio a líderes del ELN que participaron en negociaciones de paz en La Habana con el gobierno colombiano.
La administración de Joe Biden reafirmó esta postura, señalando que el gobierno cubano no respondió formalmente a las solicitudes de extradición de los líderes del ELN, Pablo Tejada y Pablo Beltrán. Además, el informe denuncia que Cuba continúa albergando a prófugos estadounidenses buscados por cargos relacionados con violencia política, muchos de los cuales residieron en la isla durante décadas. Según confirmó el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en una audiencia ante el Congreso, no se espera ningún cambio en la política hacia Cuba antes del final del mandato de Biden, previsto para enero de 2025.
Para concluir, el informe pone de relieve los retos persistentes en la lucha contra el terrorismo en América Latina. Desde los actos de violencia perpetrados por el ELN y las disidencias de las FARC hasta la influencia de Hezbolá y las acusaciones contra Cuba, el documento evidencia la complejidad de enfrentar estas amenazas en un contexto marcado por debilidades institucionales y desafíos regionales.
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