Foto: YouTube @infopresidencia
Después de múltiples reuniones entre el Gobierno colombiano y la banca privada, la administración de Gustavo Petro informó que se alcanzó un acuerdo el cual marca un cambio de rumbo en la estrategia económica del país. La inversión forzosa, propuesta inicialmente por el presidente mandatario, fue sustituida por un enfoque más colaborativo y orientado al crecimiento en sectores clave. Así lo confirmó Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, y el propio mandatario colombiano tras su reunión más reciente.
En este encuentro, se acordó que la banca privada no estará obligada a realizar inversiones forzosas. En su lugar, se destinarán mayores recursos a cinco sectores estratégicos: la construcción de vivienda, la industria manufacturera, la agricultura, el turismo y la mejora de viviendas. La medida fue anunciada como parte de un esfuerzo conjunto para reactivar la economía colombiana, la cual muestra signos de desaceleración en los últimos meses.
Asimismo, Petro destacó que, como resultado de estas negociaciones, se aseguró un aumento significativo en los créditos disponibles para estos sectores. Durante los próximos 18 meses, se espera un incremento de 55 billones en los recursos asignados, representando un crecimiento del 28% en comparación con periodos anteriores. Esta asignación, que antes era de 195 billones, alcanzará los 250 billones, marcando un hito en la relación entre el gobierno y el sector financiero.
Por su parte, Laura Sarabia, directora del departamento administrativo de la presidencia, destacó la importancia de este acuerdo, denominado "Pacto por el Crédito". Este pacto, según Sarabia, será monitoreado periódicamente por una comisión de alto nivel que incluirá representantes tanto del gobierno como del sector privado. Esta comisión se encargará de asegurar que los compromisos adquiridos se cumplan y de ajustar las estrategias según sea necesario para maximizar el impacto en la economía.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, expresó anteriormente sus preocupaciones sobre la propuesta inicial de inversiones forzosas, calificándola de problemática para el mercado financiero. A pesar de las críticas, el acuerdo logrado refleja un consenso que busca fortalecer la economía sin recurrir a medidas coercitivas. Mac Master, junto a otros líderes empresariales, señaló que obligar a los bancos a realizar inversiones en sectores específicos podría desestabilizar el sistema financiero, afectando los ahorros de los colombianos y la estabilidad del crédito.
No obstante, las inversiones forzosas no son una novedad en la región. Durante el siglo XX, varios países de América Latina implementaron mecanismos similares como parte de sus políticas de represión financiera. Sin embargo, con el tiempo, estas medidas fueron desmanteladas debido a su ineficacia. Actualmente, Venezuela y Bolivia mantienen este tipo de políticas, mientras que Colombia optó por un enfoque diferente, buscando ahora la reactivación económica a través de la colaboración y la flexibilidad.
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