
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La producción mundial de cocaína alcanzó niveles sin precedentes en 2023, impulsada por el aumento de cultivos ilícitos en Colombia, reveló la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd). En su Informe Mundial sobre Drogas 2025, publicado el 25 de junio en Viena, detallaron que Colombia concentró más de la mitad de la superficie cultivada con coca a nivel global.
Según el informe, la producción global de cocaína se estimó en 3.708 toneladas de droga pura durante 2023. Esta cifra representa un incremento del 34% respecto al año anterior y multiplica por diez la producción reportada hace diez años. La Onudd atribuyó gran parte de este aumento al crecimiento de los cultivos de hoja de coca en Colombia, junto con una revisión metodológica en los cálculos de rendimiento agrícola del país andino.
Durante 2023, Colombia registró 253.000 hectáreas sembradas con coca, lo que equivale a aproximadamente dos tercios del total global de 376.000 hectáreas. La expansión de estas plantaciones se concentró principalmente en el suroeste colombiano, en zonas bajo influencia de disidencias de las Farc que no firmaron el acuerdo de paz de 2016 y ejercen control territorial sobre rutas del narcotráfico.
Una estimación previa de la Onudd, publicada en octubre de 2024, reportó que Colombia produjo 2.600 toneladas de cocaína en 2023, reflejando un aumento del 53% en comparación con el año 2022. Este incremento estuvo acompañado por cifras récord en incautaciones tanto de droga como de sustancias utilizadas para su procesamiento.
El informe indicó que las autoridades colombianas decomisaron 746.285 kilogramos de clorhidrato de cocaína y 99.356 kilogramos de pasta base. Estas cifras suman más de 845 toneladas de droga incautada en distintas fases de producción. También se reportó un aumento considerable en el decomiso de insumos químicos clave: 1.326.253 kilogramos de acetona, 130.316 de ácido clorhídrico, 244.866 de ácido sulfúrico y 120.769 de permanganato de potasio.
Además, se incautaron 984.366 kilogramos de hoja de coca, frente a los 676.210 kilogramos del año anterior. Esto podría reflejar una expansión de la superficie cultivada o una mejora en la capacidad de interdicción del Estado. A nivel global, las incautaciones de cocaína también alcanzaron un máximo histórico de 2.275 toneladas, reflejo del aumento en el tráfico y las medidas de control.
El documento también examinó el rol de organizaciones criminales como las Farc-EP y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la consolidación del narcotráfico. "Los grupos orientados al control o la gobernanza pueden clasificarse como aquellos que participan en una variedad de actividades. Tanto legales como ilegales, con el fin de dominar un mercado o una zona geográfica", afirmó la Onudd.
Según el informe, estas estructuras imponen normas, jerarquías y mecanismos de control económico sobre territorios mediante violencia y prácticas de gobernanza paralela. En el caso colombiano, las Farc-EP combinan funciones insurgentes con actividades de narcotráfico, ya sea mediante producción directa o cobro de tributos a operadores locales.
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