Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El presidente Gustavo Petro acusó a Estados Unidos y República Dominicana de asesinato tras el hundimiento de una lancha en aguas del Caribe el 19 de septiembre. El mandatario afirmó que ciudadanos colombianos murieron durante la operación naval y exigió una investigación internacional.
La acción ocurrió a 80 millas náuticas de Isla Beata, en Pedernales, República Dominicana. La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), en conjunto con el Comando Sur de Estados Unidos y la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur, interceptó una embarcación con vínculos de narcotráfico. Durante la intervención se produjo un ataque aéreo estadounidense que destruyó parte de la carga y provocó el hundimiento.
Según lo expresado en su cuenta oficial de X, Petro escribió: "Si la lancha fue hundida en República Dominicana, entonces es posible que fueran colombianos. Esto significa que funcionarios de EE. UU. y República Dominicana serían culpables de asesinato de ciudadanos colombianos". También sostuvo: "No hay norma en ningún derecho que permita tirar misiles a lanchas con jóvenes desarmados en el mar, cualquiera que sea su actividad".
Autoridades dominicanas informaron sobre la recuperación de 377 paquetes de droga, mientras otros 60 resultaron destruidos por la explosión. En total, se reportó alrededor de 1.000 kilogramos de cocaína incautados, precisó el vocero de la DNCD, Carlos Devers.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, confirmó la orden a través de su red Truth Social. "Por orden mía, el secretario de Guerra ordenó un ataque cinético letal contra un buque afiliado a una organización terrorista designada que se dedicaba al narcotráfico", afirmó, acompañando el mensaje con un video del bombardeo.
Así, durante la preparación de su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, Petro amplió sus críticas. Manifestó: "Han caído misiles sobre jóvenes desarmados, entonces están asesinando jóvenes con misiles por orden de un presidente que es de los Estados Unidos (…) no es solo la descertificación personal a Petro, es el asesinato de más de 15 jóvenes".
Washington mantiene la estrategia de ataques letales en altamar como parte de su lucha contra redes criminales transnacionales. Bogotá, en contraste, cuestiona la legalidad de dichas operaciones y advierte sobre posibles violaciones de derechos humanos.
Igualmente, la situación se produce en medio de un despliegue naval estadounidense en el Caribe vigente desde agosto, con el propósito de frenar cargamentos procedentes de Venezuela. Informes oficiales registran la destrucción de al menos tres embarcaciones en circunstancias similares durante los últimos meses.
Las declaraciones del presidente colombiano colocan bajo atención internacional la actuación conjunta de Estados Unidos y República Dominicana en la región. De confirmarse la presencia de ciudadanos colombianos en la lancha, el caso podría llegar a instancias multilaterales y abrir un nuevo frente diplomático entre Bogotá, Washington y Santo Domingo.