Bogotá ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Andrea Puentes - Presidencia
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó el 1 de octubre de 2025 la expulsión de la delegación diplomática de Israel en Bogotá, luego de confirmarse la detención de dos ciudadanas colombianas que participaban en la flotilla internacional Sumud, interceptada por fuerzas israelíes cuando se dirigía hacia la Franja de Gaza. La decisión se suma a la ruptura de relaciones anunciada en mayo de 2024 y agrava la crisis bilateral.
Las colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto formaban parte de la misión que buscaba entregar ayuda humanitaria a Gaza. Su captura fue calificada por el mandatario como una violación del derecho internacional. "Si es cierta esta información, hay un nuevo crimen internacional de Netanyahu", expresó Petro, al tiempo que pidió a la Cancillería interponer acciones legales incluso en instancias internacionales. También anunció la denuncia inmediata del tratado de libre comercio entre ambos países.
Al pronunciarse, el jefe de Estado ordenó además reforzar la seguridad de la Casa de Nariño con apoyo del batallón Guardia Presidencial y respondió a la decisión de Estados Unidos de retirar armamento entregado en comodato. "EE. UU. decidió llevarse las armas que, según ellos entregaron en comodato, de inmediato deben ser suplidas por la seguridad colombiana. Esa eran las llamadas ayudas, subordinar los pueblos", señaló. No obstante, reiteró que Colombia continuará colaborando en el control del narcotráfico.
En cuanto a Petro hablando de Gaza, vinculó el hecho con reflexiones de la filósofa Hannah Arendt, afirmando que "Hitler está vivo" en la política actual representada por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. En su mensaje pidió a la comunidad internacional no permanecer indiferente ante lo que calificó como crímenes contra el pueblo palestino.
Por su parte, la Armada israelí aseguró que la flotilla Sumud navegaba por una zona de combate activo y violaba un bloqueo naval legal, por lo que se pidió a las embarcaciones desviarse al puerto de Ashdod. Según las autoridades israelíes, se ofreció a los activistas transferir la ayuda a través de canales establecidos y seguros, antes de proceder a su detención.
La delegación colombiana del Global Movement to Gaza confirmó que Bedoya y Barreto fueron arrestadas mientras navegaban a 150 millas náuticas de la costa, en lo que describieron como una misión "pacífica y legal para entregar ayuda humanitaria", calificando la acción israelí como una "violación a los Acuerdos de Ginebra".
El incidente en medio de las tensiones globales en América Latina ha provocado repercusiones inmediatas en la política exterior colombiana y mantiene en tensión la relación con Israel, ahora marcada por la expulsión diplomática, la suspensión comercial y la denuncia ante instancias internacionales.