
Foto: X @DanielNoboaOk
En un contexto de coyuntura social por el gobierno del presidente Daniel Noboa, más de 13 millones de ecuatorianos se preparan para votar en el referéndum del domingo 16 de noviembre. Ecuador se enfrenta a la posibilidad de cambiar la Constitución y encaminar la administración nacional a un rumbo similar al de las haciendas costeras de principios del siglo XX, según señala el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
Bajo la elaboración del gobierno de Noboa, el proyecto de referéndum y consulta popular plantean incrementar la militarización del país y modificar reformas desde un nuevo documento constitucional. Este constará de 24 artículos y una disposición general que establecen las funciones y plazos de la Asamblea Constituyente, señaló la información oficial consultada por NotiPress.
A través de los canales de difusión presidenciales, Noboa señaló que la nueva Asamblea Constituyente podrá reducir los artículos de la carta magna a 180. En caso de ser aprobado, el referéndum establecerá la Constitución de la República del Ecuador número 21, y entre sus cambios se encuentran el revisionismo sobre las funciones de la corte.
El referéndum planteará a los ciudadanos cuatro preguntas sobre temas de relevancia nacional, y cuya votación buscará conocer la postura de la población ante propuestas que podrían definir cambios en políticas públicas:
- ¿Está de acuerdo con eliminar la prohibición constitucional de bases militares extranjeras o ceder bases nacionales a fuerzas extranjeras?
- ¿Aprueba eliminar la obligación del Estado de financiar a partidos políticos mediante el Fondo Partidario Permanente (FPP)?
- ¿Está de acuerdo con reducir el número de asambleístas de 151 a 73, ajustando su elección por provincia y población?
- ¿Aprueba convocar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución (luego sometida a referéndum)?
De acuerdo con una investigación realizada por la agencia de noticias, entre las medidas destacadas del referéndum constitucional se encuentra la expansión del dominio militar ante el narcotráfico. La estrategia del presidente ecuatoriano ante las coyunturas del narcotráfico en Latinoamérica se aproxima a las medidas estadounidenses por el control de la navegación en el mar Caribe.
Con motivo de temas como los comicios adelantados, la imposición de estado de excepción, y el incremento de la inseguridad en Ecuador, el gobierno de Noboa busca aprovechar su relación con Estados Unidos. Según un documento del 13 de noviembre publicado por la Casa Blanca, la administración de Donald Trump trabajará con la presidencia ecuatoriana para reducir aranceles en áreas como la maquinaria pesada y agricultura.
No obstante, Celag advirtió que las modificaciones constitucionales representan un intento por mermar los mecanismos nacionales de democracia para colocar a un autoritarismo hacendario en su lugar. Tras la caída de popularidad de Noboa al 40%, así como el interés por trabajar con Estados Unidos, la figura de Ecuador como gobierno de derecha elevó las tensiones con los vecinos latinoamericanos de izquierda.
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