Foto: cortesía de Bundesbank
En medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Alemania podría tener una contracción en su economía para el tercer trimestre de 2019 y por ende entrar en recesión técnica, ya que la economía alemana se contrajo un 0.1% trimestral de abril a junio, que, ante una nueva disminución cumpliría con los parámetros de los economistas para definir una recesión como un período de al menos dos trimestres consecutivos de contracción.
Bundesbank, el banco central alemán, dio a conocer este lunes 19 de agosto 2019, su reporte mensual, donde señaló la posibilidad de una "neta contracción" del Producto Interno Bruto (PIB) debido, en gran parte, a las tensiones comerciales internacionales que han tenido repercusión mayúscula en las exportaciones. La desaceleración sostenida en la industria, según el informe, presentó una caída considerable de 5.2% en junio, siendo la peor caída desde 2009.
Dicha desaceleración en la industria es muy preocupante puesto que las exportaciones de alto valor agregado son la principal fuerza de la economía alemana. La baja en la demanda mundial, el conflicto entre China y Estados Unidos, aunado a mayor incertidumbre respecto al Brexit, han sido factores macroeconómicos clave para la desaceleración en la economía alemana.
A esto se añaden factores internos como el cambio estructural en la industria automotriz la cual se encuentra en plena transformación hacia la movilidad eléctrica, y que se ha visto afectado por los aranceles de Estados Unidos. Este sector es precisamente el que más se contrajo en el primer semestre, un 12%.
El Bundesbank ha asumido una cada vez mayor probabilidad de que la mayor economía europea entre en recesión técnica en el tercer trimestre de 2019.
La caída de la actividad en el segundo trimestre y el riesgo de recesión ha turbado el Gobierno de Angela Merkel, que, según Der Spiegel, reconocida revista de negocios de Alemania, estaría estudiando poner en marcha un plan de estímulos fiscales para reactivar el crecimiento de la economía aún a costa de engrosar la deuda pública.
Después del conocimiento de estos indicadores, el domingo 18 de agosto 2019, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, habló sobre la posibilidad de aumentar el gasto si una crisis económica golpea al país.
Scholz aseguró que Alemania asumiría la recesión desde una posición ventajosa pues posee toda la solidez fiscal para enfrentar una crisis económica "con toda fuerza", llegando a insinuar que se podría aprobar hasta 50.000 millones de euros en estímulos fiscales para hacer frente a la crisis.
Asimismo, argumento, hay una tasa de desempleo en mínimos históricos que ayudarán a afrontar la inminente desaceleración de la mejor manera. El informe del banco central de Alemania, advirtió la posible recesión, reflejo de un enfriamiento en la economía mundial afectada por la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Las alarmantes cifras aumentan la presión sobre los líderes políticos para que aumenten el apoyo con mayor gasto gubernamental.
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