Aumento en salario mínimo en México no garantiza mayor bienestar para trabajadores

 25-09-2019
Emiliano Fuentes
   
Portada | Economía
Foto: Pedro Basilio (NotiPress)

Foto: Pedro Basilio (NotiPress)

En diciembre de 2018 se hizo oficial el aumento del salario mínimo en 2019 en México, el cual entró en vigor el 1 de enero del año corriente. Este aumento correspondió al 16.2% y al 100% en estados fronterizos con Estados Unidos y permitió cubrir la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Asimismo, en la región centroamericana los salarios son variables dependiendo del país y están sujetos a varios factores tales como el Producto Interno Bruto (PIB), crecimiento de empleo, la inflación, índices de productividad y el comportamiento de las economías locales.

La Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS) de Honduras realizó un informe llamado Mercado de trabajo y salario mínimo 2018-2019 donde se aborda el salario legal más bajo que puede recibir un empleado por su trabajo al mes. De acuerdo con los datos de este informe, Costa Rica paga los salarios más altos de Centroamérica.

Es una realidad el hecho del superior salario mínimo presentado por los países vecinos de Centroamérica. Pero este no se traduce en mayor bienestar en la población y en el caso mexicano no se ha reflejado en cambios trascendentales.

Durante una conferencia el domingo 22 de septiembre 2019, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), comentó que al estar investigando respecto al tema migratorio "me llevé la sorpresa de que el salario mínimo en esos tres países centroamericanos es del doble de lo que es el salario mínimo en México. Fíjense en qué niveles estamos de deterioro económico social".

En Guatemala, por ejemplo, el salario mínimo es 90.16 quetzales diarios. Un quetzal equivale al día martes 23 de septiembre 2019 a 2.52 pesos, al tipo de cambio actual, el mínimo es equivalente a 227 pesos diarios superior en más del doble, como aseguro AMLO, a los 102.68 pesos que representan hoy el salario mínimo mexicano.

A pesar del incremento al salario mínimo a principios de 2019 por decreto presidencial, existen bases teóricas y empíricas para decir que los objetivos perseguidos mediante incrementos por decreto en el salario mínimo difícilmente pueden alcanzarse.

Traducido en un ingreso de poco más de 3,080 pesos mensuales, el aumento de 16.2% el 1 de enero 2019, no se ha visto traducido todavía en un aumento en el bienestar de los trabajadores ni en problemas inflacionarios como estimaban los opositores a la medida.

Los escasos logros se pueden explicar ya que, en la mayor parte del territorio mexicano, la mayoría de los trabajadores no laboran una jornada completa por el equivalente a ese monto.

AMLO en la misma conferencia admitió "Tenemos un promedio de salario de los inscritos en el Seguro Social de alrededor de 11 mil 600 pesos mensuales" donde reconoce que los salarios reales son muy superiores. Este dato proviene del IMSS donde reportó para el mes de julio un salario base de cotización de trabajadores asegurados de 380.7 pesos diarios, equivalente a 11,801 pesos mensuales.

Gran parte del problema de los movimientos del salario mínimo por decreto, es la gran competitividad existente en el mercado laboral, en donde los salarios reflejan de buena manera la interacción entre la oferta y la demanda de trabajo. En consecuencia, una retribución por encima de los niveles del mercado, reduce el número de trabajadores a contratar o las horas de trabajo que el empresario está dispuesto a contratar.

Así, la cantidad de trabajo demandada disminuye entre más alto es el precio y, así el monto del trabajo contratado cae cuando se incrementan obligatoriamente las remuneraciones. Cabe recordar, los países con sueldo mínimo excesivamente alto suelen sufrir tasas de desempleo más elevadas como el caso de los países centroamericanos citados por el presidente.

Salario mínimo es una prohibición para contratar trabajadores por debajo de una determinada cantidad. En un país con más de la mitad de su economía en la informalidad, la medida perjudica mayoritariamente a los trabajadores con menor preparación, que no pueden así encontrar empleo formal y trabajan en la economía informal, donde no hay salario mínimo.

Tan baja es la proporción de los empleados en la economía formal que ganan el salario mínimo, que tienen un impacto marginal en la estructura de la economía del país.

Las causas invocadas para un mayor salario mínimo han abarcado desde el compromiso moral por asegurar una remuneración "justa", hasta la "corrección" del rezago respecto a otros países.

No obstante, para que los salarios aumenten se requiere el aumento de la productividad y no un decreto presidencial. Lo que se necesita es aumentar los empleos, la inversión y la productividad en la economía mexicana y no sólo subir el salario mínimo.




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