Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Uno de los termómetros más significativos de la actividad económica de un país, el sector de la construcción, se encuentra en una etapa de contracción nunca vista en la historia reciente, acentuados durante agosto 2019 a niveles no reportados desde que se tienen mediciones.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dio a conocer el miércoles 23 de octubre 2019, los datos de su encuesta a empresas constructoras donde se reveló que el valor de la producción de este grupo de empresas, llegó en agosto al mínimo desde 2007. El indicador tuvo un desplome de 10.2%, lo que significó 14 meses consecutivos de caídas anuales.
Dentro de sus componentes, la edificación,resulta un componente esencial dentro del indicador y presentó una disminución de 6.56%, significando un semestre al hilo en números negativos. Al interior de la edificación se contemplan las unidades económicas dedicadas principalmente a la construcción de vivienda unifamiliar o multifamiliar, además de diversos proyectos no residenciales.
Otros subsectores con retrocesos durante agosto 2019, fueron los especializados en la construcción de infraestructura para proyectos de agua, riego y saneamiento (20.51%), electricidad y telecomunicaciones (8.06%), transporte y urbanización (10.39%) y otro tipo de construcciones (31.09%).
La construcción es sustancial como componente de la inversión productiva, y la caída drástica de la construcción, es su consecuencia lógica de la contención en las inversiones de los empresarios.
De manera particular se observó que la inversión pública cayó 13.7% contra el mismo mes del año anterior, traducido en 13 meses consecutivos de contracciones, mientras que la inversión privada reflejó una disminución de 8.3% su mayor descenso desde marzo de 2016.
José Antonio Hernández Balbuena, gerente del Centro de Estudios Económicos de la Construcción (CEESCO), comento como principales causas del deterioro de la actividad productiva de la construcción en 2019, la disminución en la ejecución de la inversión física presupuestaria, el retraso de las obras emblemáticas de la campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la falta de certidumbre en los inversionistas y la postergación de diversos proyectos inmobiliarios que frenaron la actividad constructora.
En la definición del Plan Nacional de Infraestructura, se espera detonar las inversiones en 2020 en un sector que aporta entre 8-9% del Producto Interno Bruto (PIB) total a nivel nacional.
Crecimiento de 2020 en México, dependerá de manera marcada del sector privado por lo cual, preocupan las cifras negativas en construcción, por significar una señal negativa para futuras inversiones y representar un ejemplo de la contracción en la inversión bajo la administración de AMLO.
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