
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El peso mexicano mostró una relativa estabilidad en medio de una creciente incertidumbre económica. Sin embargo, los recientes datos del Producto Interno Bruto (PIB) de México indican una desaceleración económica. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el PIB registró una contracción del 0.6% en el cuarto trimestre de 2024, sumando un crecimiento anual de apenas el 0.6%. Esta situación plantea interrogantes sobre la operativa de la moneda a mediano y largo plazo.
Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, señala que "la estabilidad del peso es principalmente un reflejo de la debilidad del dólar estadounidense a lo largo del tablero en la jornada". Además, destaca que "la contracción del PIB en el último trimestre y la desaceleración del crecimiento anual son definitivamente señales de alerta que no podemos ignorar".
Los sectores primario e industrial mostraron un debilitamiento notable, contribuyendo a este panorama económico. Ciertos factores externos también juegan un papel crucial en el proceder del peso. En este sentido, Elizundia menciona que "los datos económicos de Estados Unidos, principal socio comercial de México, podrían ejercer presión sobre la moneda". Añade que "el crecimiento del PIB estadounidense en 2024 se ubicó en 2.3%, un ritmo de expansión el cual se desaceleró en el último trimestre, limitando relativamente toda esta narrativa de gran excepcionalísimo económico estadounidense vivido durante la primera mitad del mes de enero".
El experto advierte que una mitigación del desarrollo económico en Estados Unidos podría generar implicaciones adicionales en la economía mexicana. Asimismo, señala que "no podemos descartar el impacto de una política monetaria de flexibilización más agresiva la siguiente semana por parte del Banco de México, quien podría adoptar una postura más 'dovish' en respuesta a la desaceleración económica".
Otro factor de riesgo para el peso es la posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a productos mexicanos. Según Elizundia, "la implementación de estos aranceles podría tener un impacto negativo significativo en la economía mexicana y desencadenar una mayor depreciación del peso". Además, considera que "la amenaza de aranceles es un factor de incertidumbre que pesa sobre el peso. Si bien esperamos que no se concrete, no podemos subestimar su potencial impacto en la economía mexicana y en la confianza de los mercados".
En este contexto, Elizundia concluye que "el peso mexicano se enfrenta a una encrucijada. Si bien la estabilidad a corto plazo del MXN es un signo de resiliencia, los riesgos tanto internos como externos podrían poner a prueba la fortaleza de la moneda en las próximas semanas y meses". Además subrayó que "la evolución de la economía estadounidense, la política monetaria del Banco de México y la amenaza de aranceles serán factores clave a seguir de cerca".
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