Foto: Sergio F. Cara
El estrés que la reciente pandemia de Covid-19 ha depositado sobre la salud y el bienestar de la población en México es claro, pero sus efectos en la economía, que aún no se alcanzan a apreciar por completo, no han afectado a todos de la misma manera, afirman datos de la reciente Encuesta sobre el Impacto Económico generado por Covid-19 (ECOVID-IE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante mayo y junio.
Si bien, estos datos proporcionados por el Inegi revelan que el 93.2% de las empresas reportaron afectaciones varias en sus operaciones y 11.9 millones de mexicanos se encuentran desocupados a raíz de la misma, resulta importante observar la medida en que la emergencia de salud ha impactado de manera desigual en los negocios y la población ocupada. Entre esta, han sido las microempresas y la población femenina las más afectadas.
De entrada, del 60% de las empresas (esenciales o no esenciales) del país obligadas a implementar paros operativos durante la pandemia, el 93.4% de estas fueron microempresas con 5 o menos empleados. Y aunque la mayoría (el 68%) de las organizaciones obligadas a cerrar por periodos extendidos de 21 o más días fueron las grandes empresas, sólo el 41.4% de estas reportaron una disminución de sus ingresos, dejando patente las facilidades de las que gozan en comparación con los pequeños negocios para balancear las medidas de seguridad y sus operaciones.
Sólo el 7.8% de las empresas recibieron algún tipo de apoyo, pero este igualmente se distribuyó de manera desigual. El tipo de ayuda proporcionado de manera más frecuente fue la transferencia de efectivo por parte del gobierno, la cual benefició al 57.3% de las microempresas. En cambio, el apoyo preferido de las grandes han sido los apoyos fiscales y los subsidios a la nómina, recibidos por el 52.7% de estas, además de recibir mayores incentivos de organismos no gubernamentales, como cámaras de comercio.
Aunado a esto, los resultados de la Encuesta Telefónica sobre COVID-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML), realizada para el mes de abril del 2020 y publicada en tandem con la Encuesta de Impacto Económico (ECOVID-IE), revelan que la experiencia laboral de la pandemia también se ha visto afectada por el sexo de los individuos.
Primeramente, de los 7.7 millones de ocupados trabajando desde sus hogares, es mayor el número de mujeres (con 55.9%) que de hombres (44.1%). Además, las mujeres dedican más tiempo a las labores de cuidado en casa que los hombres (10%) y su participación en las labores domésticas es igualmente mayor en un 13.9%.
Las mujeres también perdieron más trabajos de manera temporal en algunos sectores que los hombres: En actividades de servicios y gobierno, 21.5% más; lo mismo con las ocupadas en negocios que no disponen de local, con 19.1% más; en el sector de comercio 12.1% más; y en las actividades freelance o independientes, 6% más.
Otros datos globales afirman que a raíz de la pandemia, un 65.1% del total de las viviendas registraron alguna disminución en sus ingresos, de los cuales 37.4% tuvo que vender algún bien, pedir dinero prestado o recurrir a sus ahorros. En el 30.4% de las viviendas, algún integrante perdió su trabajo gracias al Covid-19.
Sin duda, hará falta una perspectiva futura para ponderar de forma completa el impacto diferenciado de la pandemia de Covid-19 en el bienestar y economía de la población mexicana. Por lo pronto, se observa que las grandes empresas han sido, naturalmente, más resistentes a las tensiones económicas con respecto a sus contrapartes menores, al tiempo que el confinamiento en casa ha aumentado la carga laboral de las mujeres mexicanas.
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