Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
En un escenario económico global marcado por grandes cambios, México se convierte en un actor clave en el juego del nearshoring. En este sentido, destacan diversas ventajas que prometen impulsar la economía regional. Este análisis de Luis López Vivas, Economista de Mercados Emergentes de AXA Investment Managers, respaldado por datos concretos, arroja luz sobre los factores que posicionan a México como un destino atractivo para la inversión extranjera y el desarrollo empresarial.
Asimismo, el reciente descenso en la cuota de importaciones estadounidenses desde China, junto con el aumento correspondiente de México como fuente de importaciones, subraya la evolución dinámica en las relaciones comerciales. Las tensiones geopolíticas persistentes, unidas a desafíos logísticos para los fabricantes estadounidenses, abren oportunidades para México. Siguiendo esta línea, su proximidad geográfica y acceso privilegiado al mercado estadounidense a través del T-MEC se revelan como activos estratégicos.
La accesibilidad a energía barata proveniente de Estados Unidos fortalece aún más la posición de México. A pesar de los desafíos internos en su sector energético, el país se beneficia de importaciones récord de gas natural, respaldadas por precios competitivos. Esta estabilidad energética proporciona una base sólida para la inversión y el crecimiento industrial.
Además, los cambios demográficos, especialmente en comparación con China, resaltan la competitividad en costos laborales de México. Salarios más bajos y una fuerza laboral en expansión hacen de México un destino atractivo para empresas que buscan optimizar costos y mitigar riesgos, ya sea evadiendo aranceles o diversificando sus operaciones, según información para NotiPress.
En este contexto, México se posiciona como un candidato prometedor para atraer flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), no solo de empresas estadounidenses sino también de aquellas chinas que buscan alternativas estratégicas. Su papel como aliado de Estados Unidos y su compromiso con la estabilidad económica ofrecen un entorno propicio para el crecimiento empresarial a largo plazo.
México presenta una combinación única de factores favorables que lo convierten en un actor destacado en el panorama del nearshoring. La colaboración entre naciones y la exploración de oportunidades económicas mutuas son fundamentales para el desarrollo sostenible en la región. En este sentido, el potencial de México como motor económico regional merece una atención cuidadosa y estratégica por parte de los inversores y las empresas interesadas en un crecimiento sólido y sostenible.
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