Ciudad de México,
Fernanda Martínez
Crédito foto: Alan Cortés (NotiPress)
La economía mexicana se contrajo un 0.4 por ciento en el último trimestre de 2021, frente a una estimación preliminar de una caída del 0.2%. Esta fue la primera contracción en cuatro trimestres, con los servicios disminuyendo en un 0.9%, superando el 0.6% estimado. Asimismo, el recrudecimiento de la pandemia por las variantes delta y ómicron en el tercer trimestre obstaculizó los servicios, llevando a cierres y restricciones en restaurantes y otros espacios públicos. Ante esta situación, Ramón Morell, analista de mercados de Skilling para Latinoamérica, dio a NotiPress su análisis financiero y destacaron preocupaciones por la inflación y las estrategias de combate a la desigualdad.
En México, la industria primaria creció un 1.3%, más que la estimación preliminar de 0.7%, mientras que el sector industrial creció 0.3% contra la estimación preliminar de 0.7%. Las actividades secundarias se vieron dañadas por la cadena de suministros global y la escasez de chips semiconductores. Esto afectó a la industria automotriz, la cual representa el 18% de la producción manufacturera y un tercio del total de las exportaciones. Por su parte, la economía creció 4.5% interanual, ligeramente por debajo de la estimación inicial de 4.6% dada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI).
Por su parte, en noviembre se registró el promedio de inflación de 7.37% interanual en México, la más alta en más de 20 años y más del doble de la meta del Banco de México (Banxico). Esta cual fue de 3% para la inflación, con un rango de tolerancia de un punto porcentual por encima y por debajo de ese nivel. El Gobierno de México anunció que llegó a un acuerdo con grupos empresariales para aumentar el salario mínimo en un 22% este año, mientras continúa los esfuerzos para cerrar la brecha de riqueza del país. Asimismo, Banxico elevó su tasa de interés de referencia en 50 puntos base a 5.50% en su reunión de diciembre, expresando preocupación por este aumento del salario mínimo. Otros indicadores se encuentran estables, como la tasa de desempleo, que descendió hasta 3.7% en noviembre 2022. La confianza empresarial llegó hasta los 52.7 en diciembre, y el PMI Manufacturero, se mantuvo en 49.4 puntos.
En ese sentido, los principales retos para México en este 2022 son resolver los problemas socioeconómicos, la situación de la pandemia y los riesgos externos, así como la inflación global y los tipos de cambio. El gobierno necesita trabajar para reducir las desigualdades sociales, y prevenir futuro deterioro y malestar social, como los experimentados en 2021. Con una inflación universal actual, y la cual llevan los productos y servicios de importación junto con la disrupción global en las cadenas de suministro, se está contribuyendo a un aumento en los costos.
Ramón Morell señaló a Estados Unidos, como un factor importante en la economía mexicana. Estados Unidos podría incrementar la actividad económica, con previsiones de PIB que oscilan entre el 1.5% y el 4% para 2022. Asimismo se espera una alza en los precios del petróleo a medida que crezca la demanda después de la pandemia. Pero mientras el país vecino se recupera, se estima un fortalecimiento del dólar y una depreciación del peso, probablemente llegando a 22 pesos por dólar. Sin embargo, la evolución del tipo de cambio dependerá del desempeño de las dos economías en los próximos meses.
En ese sentido, el analista Morell considera que no se está ante un escenario común a enfrentar en 2022 para México, principalmente por la inflación, desigualdades sociales, y la creciente posibilidad de una crisis pandémica de larga duración. Las medidas tomadas por los Bancos Centrales y los Gobiernos de cada país para superar esos retos en materia económica hasta ahora van por buen camino, finalizó el experto.