Juan Carlos Fonseca Mata (WikiCommons: CC BY-SA 4.0) (foto sin cambios)
Según datos del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), para junio 2021 se tuvo una contracción de 0.87% en comparación mensual con series ajustadas por estacionalidad. Este resultado fue mayor que el 0.30% pronosticado por el mercado y significa el mayor retroceso mensual desde mayo 2020. Asimismo, con datos de Banco de México (Banxico), se observa una salida de 11 mil 349.4 millones de dólares en inversiones de cartera. Estos indicadores sugieren un debilitamiento generalizado de la economía mexicana al afrontar el último tercio del 2021.
Banxico informó que, durante el segundo trimestre de 2021, hubo una salida de 6 mil 134.6 millones de dólares que sumado a los 5 mil 214.8 millones de dólares significaron un incremento de 135.9% respecto al primer semestre de 2020. Como explica en análisis Banco BASE, los flujos de cartera podrían estar afectados por la incertidumbre en los mercados financieros y las primas de riesgo, así como las débiles perspectivas de crecimiento a mediano plazo y el aumento de los rendimientos mundiales. De esta manera se dio la mayor fuga de inversión desde 2009 para un mismo periodo.
Así, la actividad económica en México se deterioró en junio ante el debilitamiento de la economía tras el despliegue de la tercera ola de coronavirus que ha moderado los pronósticos de recuperación económica en meses próximos. Podemos ver como la economía mexicana muestra un serio debilitamiento tras un comienzo de año vigoroso impulsado por el dinamismo de la economía estadounidense.
Debilitamiento plasmado tanto en el IGAE, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, como en la disminución de inversión de cartera, es reflejo de dos factores importantes. Por un lado, el impacto de la variante delta que ha afectado la reapertura de la economía y por otro los choques de oferta en insumos manufactureros globales que han perjudicado diversos procesos industriales en la economía mexicana.
En este último caso, los procesos manufactureros automotrices, moderaron el gran impulso de principios de 2021 para la economía mexicana. Uno de los motivos principales fue la falta de insumos esenciales como lo son los microchips que ha sido un factor importante en la desaceleración de la producción. A esto se suma la desaceleración del consumo en Estados Unidos que implica menor ritmo en las exportaciones mexicanas abonando a la contracción del IGAE. Así, los datos muestran un debilitamiento generalizado en la economía mexicana al enfrentar el último tercio del 2021.
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