Foto: Pedro Basilio (NotiPress)
Se reportan pérdidas en mercados financieros por la falta de progreso en las negociaciones entre demócratas y republicanos para la aprobación de estímulos fiscales nuevos en Estados Unidos. Steven Mnuchin, secretario del Tesoro norteamericano, señaló que será difícil llegar a un acuerdo sobre nuevos estímulos y que será casi imposible que se logre un acuerdo antes de las elecciones presidenciales de noviembre 2020.
Las pérdidas en los mercados tras la falta de progreso en la aprobación de nuevos estímulos fiscales, se detonaron después de que el miércoles 14 de octubre 2020 por la tarde Steven Mnuchin, comentara sobre las dificultades del acuerdo. Esto fue muy significativo dado que elimina casi definitivamente la probabilidad de que se apruebe una nueva ronda de estímulos, antes del proceso electoral. Ante este suceso, los principales cruces con el dólar norteamericano muestran una importante depreciación, siendo el peso mexicano la sexta moneda con mayor depreciación; asimismo, el mercado de futuros de Estados Unidos apuntó pérdidas superiores al 1 por ciento.
Si bien el próximo paquete de estímulos podría rebasar el billón de dólares y elevaría los estímulos totales desplegados tras la pandemia a un 17% del Producto Interno Bruto (PIB), las tensiones antes de la contienda electoral dificultan enormemente que eso suceda, mientras no se lleven a cabo las elecciones y por ende repercute en los mercados financieros.
Cabe resaltar que anteriormente el mercado norteamericano y el dólar había mostrado su relación con esta presunta aprobación de nuevos estímulos fiscales, pues se había mostrado optimista tras reanudarse las conversaciones entre Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata y Steven Mnuchin quien representa los intereses del gobierno de Donald Trump y el Partido Republicano.
La importancia de este nuevo paquete de estímulos estriba en la indiscutible valuación del dólar como moneda de reserva a nivel global que ha mantenido una fuerte demanda de activos financieros dolarizados y, en particular, una amplia demanda de deuda de largo plazo emitida por el Tesoro de Estados Unidos, que permite financiar un déficit creciente a diferencia de otros países cuyas monedas no representan reserva de valor.
De esta forma, los estímulos fiscales son de vital importancia para evitar que la recesión deje secuelas permanentes en la economía estadounidense. No obstante, también implicarán un grave deterioro en la salud de las finanzas públicas que ya presentaban una trayectoria preocupante antes de que llegara la pandemia.
En el caso de Estados Unidos, el incremento del déficit y niveles de endeudamiento no preocupan en el corto plazo y resultan manejables, por lo que el nuevo paquete de estímulos fiscales está ampliamente relacionado con mejoras en los mercados financieros. Ante la gran posibilidad de que el paquete de estímulos fiscales no sea aprobado antes del proceso electoral, los mercados norteamericanos han sufrido pérdidas.
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