Cassidydhdh (WikiCommons: CC BY-SA 4.0) (foto sin cambios)
Durante la primera semana de agosto 2021, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó recursos para apoyar a los países de América Latina vulnerables económicamente y pertenecientes al organismo. Esta inyección de recursos significa una expansión de 650 mil millones de dólares para el apoyo contra la pandemia de coronavirus y la recesión económica.
Resultado de lo anterior, países de la región latinoamericana como Ecuador, Argentina o El Salvador están en la lista de economías privilegiadas en los anuncios del FMI. Cada país recibirá recursos proporcionales a sus aportaciones al FMI, por lo cual existe variación en los montos de las aportaciones disponibles para los países miembros. Esta inyección de recursos supone la primera vez que el organismo supranacional hace un desembolso de dichas características desde 2009. En la primera gran crisis del presente milenio, se utilizaron 250,000 millones de dólares para sortear los embates de la crisis financiera mundial.
Los recursos aprobados para la recuperación económica global por parte del FMI estarán canalizados principalmente para enfrentar los gigantes niveles de deuda de muchos países en América Latina. Este acuerdo también representa una posición diametralmente distinta a la expuesta por la administración del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Vale recordar que a principios de 2020, Trump y la bancada republicana se opuso a que los fondos del FMI se aprobaran. Lo anterior, argumentando beneficios para adversarios como Rusia, Irán o China con la inyección de recursos.
Inyección de los recursos se hará a través de los Derechos Especiales de Giro (DEG), los cuales son fondos para complementar las reservas de los diferentes países. La composición de dicha cesta se somete a revisión cada cinco años, a no ser de causas extraordinarias que merezcan revisión. Estas revisiones periódicas tienen como fin reflejar la importancia relativa de cada moneda en los diferentes sistemas comerciales y financieros alrededor del mundo. De manera que estos recursos son un seguro financiero adicional para proteger la estabilidad cambiaria y crediticia para la estabilidad económica de los países en América Latina.
Así, la inyección de recursos por medio de DEG no es ni en forma de crédito ni de moneda corriente, sino un derecho potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. Es por medio del Convenio Constitutivo del FMI que se determinan las condiciones para asignar dichos recursos. De manera que diversos países de América Latina serán los principales beneficiados de la inyección de recursos por parte del FMI.
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