Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Patricia Manero (NotiPress)
El peso mexicano registra una depreciación mientras los inversionistas aguardan la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que se dará a conocer en las próximas horas. Durante la jornada, el tipo de cambio USD/MXN avanza aproximadamente un 0.3 %, situándose en niveles mínimos de varios años.
La atención de los mercados está puesta en el discurso de Jerome Powell, presidente de la Fed. Aunque los analistas prevén que el organismo mantenga las tasas de interés sin cambios, el tono del mensaje será clave para los mercados. Un discurso con un sesgo agresivo (hawkish) podría fortalecer al dólar estadounidense, lo que ejercería una mayor presión sobre el peso mexicano. En contraste, un mensaje con un enfoque más moderado (dovish) podría dar alivio a la moneda mexicana.
A nivel local, los últimos datos del mercado laboral en México mostraron una mejora inesperada. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de desempleo en diciembre de 2024 se ubicó en 2.4 %, alcanzando su nivel más bajo desde marzo. Este dato se encuentra por debajo de las previsiones del mercado y del 2.6 % registrado en diciembre de 2023. Sin embargo, la informalidad laboral sigue siendo elevada y afecta a más de la mitad de la fuerza laboral, lo que representa un reto estructural para la economía mexicana.
Esta decisión de la Fed, junto con la próxima determinación de Banco de México (Banxico) sobre su tasa de referencia, serán factores determinantes para la evolución del peso en el corto plazo. Si Banxico opta por acelerar el ritmo de recortes en su tasa de interés, como insinuó en su último comunicado, la presión sobre la moneda mexicana podría intensificarse.
Los mercados anticipan que Banxico, en su reunión del 6 de febrero, reduzca en 25 puntos base su tasa de interés de referencia, actualmente en 10.00 %. Esta expectativa está respaldada por la reciente moderación en la inflación y por las señales del banco central respecto a posibles recortes más agresivos en los primeros meses del año.
No obstante, la decisión final dependerá de la evolución de los principales indicadores económicos, como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Estos datos serán esenciales para medir la solidez de la economía mexicana ante la volatilidad cambiaria y las presiones externas derivadas de la política monetaria de Estados Unidos.
Según Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, "Es fundamental monitorear de cerca la evolución de estos indicadores para anticipar el impacto en el peso mexicano. La fortaleza de la economía mexicana será un factor crucial para determinar si el peso puede resistir las presiones derivadas de las políticas monetarias de la Fed y Banxico, además del futuro incierto en el frente comercial con Estados Unidos".