Foto: X @kylenabecker
A finales de año expirará la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA) propuesta por Donald Trump en 2017. Por lo cual, los legisladores de Estados Unidos deberán decidir entre continuar bajo el esquema tributario de la TCJA o adoptar la propuesta de Joe Biden.
El 10 de mayo, Lael Brainard, asesora del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dio un discurso en torno al debate fiscal que se avecina con la expiación de la TCJA. En el cual, dio la explicación más detallada que se ha ofrecido hasta el momento, sobre el plan fiscal propuesto por la administración de Biden. Con el cual, el presidente promete reducir los impuestos para las personas de la clase media sin afectar la recaudación de impuestos.
Dicho discurso prendió las alertas de la prensa estadounidense, pues Brainard expresó mayor preocupación por el aumento de deudas y déficit fiscal de lo que el presidente y su gabinete habían demostrado. Brainard afirmó, aludiendo datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, que la extensión total del paquete fiscal propuesto por Trump, agregaría casi 5 mil millones de dólares a la deuda nacional, durante la próxima década.
Además, argumentó, esto continuará beneficiando de manera desproporcionada a los contribuyentes de mayores ingresos. Esto como un preámbulo, para exponer las diferencias entre la política fiscal de "goteo" y el código tributario propuesto por Biden en "favor de la clase media"
Según explicó Brainard, el TCJA recortó los impuestos solo a los estadounidenses más ricos, hasta 50 veces más que los de los hogares de ingresos medios. Sin que ello generara crecimiento para la economía o aumento en los salarios, como prometió Trump. Por el contrario, aseveró, los salarios de los altos ejecutivos subieron hasta 50 mil dólares en los últimos 5 años, mientras el 90% de los trabajadores no observó aumento en su salario.
"Se trata de un problema de larga data de la política fiscal de goteo, los recortes impuestos de Trump y sus extensiones han añadido 10 billones de dólares a la deuda nacional". Con ello, Brainard sostuvo que no hay razón para creer que otra ronda de recortes, mediante la extensión de la TCJA, resultará diferente.
Por otra parte, expuso, el sistema tributario de Biden propone recortar los impuestos para las familias de clase media y exigir que los ricos paguen su parte justa. "El presidente está comprometido a garantizar que más del 95% de los hogares con ingresos inferiores a 400 mil dólares no paguen más impuestos", detalló.
Junto con ello, recordó algunas de las medidas que la administración de Biden han adoptado para recortar los impuestos de las familias estadounidenses. Tales como el Plan de Rescate Estadounidense y la Ley de Reducción de la Inflación. En consonancia con ello, indicó, la política tributaría en 2025 deberá aumentar los ingresos de manera consistente o como mínimo, "evitar sea más profundo el agujero fiscal". Así, la funcionaria, insistió que el debate fiscal de 2025 es una oportunidad para satisfacer las necesidades de aumentar los ingresos de recaudación. Esto bajo la propuesta de solicitar a los ricos y empresas contribuciones más grandes y ofrecer a los contribuyentes políticas más justas.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS