Foto: Official White House Photo
Argentina, Brasil y México tienen muchas cosas en común: una de ellas es que los tres países, junto con otros 15 de la región, desaceleraron su crecimiento económico en recientes años. En la mesa Strategic Outlook: Latin America del World Economic Forum, se reunieron Guillermo Nielsen, enviado especial del gobierno de Argentina, Graciela Márquez Colín, secretaria de economía del gobierno mexicano, y Paulo Guedes, ministro de economía de Brasil. Moderados por la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, los tres funcionarios respondieron preguntas sobre el futuro económico de la región.
Los tres países, además de contar con gobiernos "nuevos", también comparten un pronóstico nada favorable: 1.3% de crecimiento económico para este año. Si bien es un mejor número que el de 2019 (con un crecimiento de 0.2%), también es cierto que forma parte del crecimiento económico más bajo en la historia reciente, ocurrida entre 2014-2020 y llamada Década perdida.
En el caso de Argentina, los niveles de inflación actuales son un récord en 28 años: 300%. Además, el crecimiento económico bajó 3%, el desempleo está en 10% y la hambruna es un problema en un país agricultor. Por otro lado, se tienen muchas deudas con diferentes organismos internacionales y se tiene muy poco crecimiento, sinónimo de pocos recursos.
Brasil, por su parte, tiene un problema económico con origen desde hace más de 40 años: pasó de ser la economía mundial con crecimiento más acelerado (cerca del 7% por año) a llegar a niveles de crecimiento de -3%. Guedes asegura que el presidente Bolsonaro "ha ido removiendo arpones" y la economía ha empezado, lentamente, a crecer, con un pronóstico para este año de 2.5%. No obstante, el pais mais grande do mundo tiene otro problema latente: la seguridad social, ya que tenían a un millón de personas en cada ciudad pidiendo un método de seguridad social.
Las cosas no son distintas en el caso de México: antes de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, el país tenía el salario mínimo más bajo del mundo, además de un problema de desigualdad económica notable. Por ello, la secretaria de economía respondió con cifras: el salario mínimo aumentó 20% en porcentaje nominal y 17% en porcentaje real el 1 de enero de 2020. Además, Márquez Colín señaló que "hay un compromiso por parte de México de no ofrecerle al mundo salarios bajos, sino sino más productividad, para incrementar su participación en los mercados globales no mediante salarios bajos, sino mediante mejores trabajos y mejor pagados".
Con niveles de pobreza arriba del 20% (Brasil: 20.5%; Argentina: 30%; México: 45%), los tres gobiernos tienen un reto muy grande para terminar con la desigualdad dentro de sus territorios; debido a ello, la representante de la Cuarta Transformación en Davos aseguró que el gobierno mexicano está convencido de que la creación de proyectos de gran infraestructura en la zona sur del país creará más empleos con una mejor paga, activando así a la economía doméstica y asimilándola como responsable de crear trabajos, generar ingresos y garantizar la estabilidad social. Mientras tanto, los representantes de los países sudamericanos propusieron construir un gasoducto de Argentina a Brasil para aprovechar los recursos de Vaca Muerta y, así, reactivar la economía de ambos países.
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