Tensiones bilaterales afectan el desempeño del peso mexicano en los mercados

 11-04-2025
Judith Moreno
   
Portada | Economía
Foto: Gustavo Torres (NotiPress)

Foto: Gustavo Torres (NotiPress)

Durante la segunda semana de abril de 2025, el peso mexicano registró una apreciación frente al dólar estadounidense, impulsado por factores externos como la debilidad generalizada de la divisa norteamericana. No obstante, diversos riesgos de origen político y comercial siguen afectando las perspectivas para la moneda nacional, según explicó Quasar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone.

La depreciación del dólar responde al aumento de expectativas de recortes en las tasas por la Reserva Federal de Estados Unidos y al temor por nuevas medidas arancelarias. De acuerdo con el especialista consultado por NotiPress, "el dólar cayó a mínimos de varios años, arrastrado por las preocupaciones sobre la escalada arancelaria y el aumento de las expectativas de recortes de tipos de la Reserva Federal".

Dentro del contexto nacional, el avance del peso se produjo pese a la persistencia de tensiones diplomáticas que afectan directamente la estabilidad cambiaria. En palabras de Elizundia, "la persistente incertidumbre comercial sigue empañando las perspectivas". Esto se enmarca en un escenario donde el presidente estadounidense Donald Trump anunció una pausa de 90 días en la mayoría de los aranceles recíprocos, pero sin ofrecer una resolución definitiva al conflicto.

Sumado a esto, la disputa en curso relacionada con el agua entre México y Estados Unidos representa otro factor de presión para los mercados. Las amenazas de sanciones derivadas de ese desacuerdo generan un entorno de volatilidad que debilita el atractivo del peso frente a inversionistas internacionales. Según explicó el estratega de Pepperstone, "las tensiones siguen siendo elevadas, en particular tras las renovadas amenazas de sanciones por la disputa del agua de México".

En el plano internacional, las fricciones comerciales entre Estados Unidos y China tampoco muestran señales de solución, manteniendo la incertidumbre global. Este conflicto fortaleció la demanda por activos considerados refugio, lo que limitó el efecto positivo de los datos económicos internos de México sobre el tipo de cambio. En este sentido, las dinámicas geopolíticas inciden directamente en el comportamiento de las monedas emergentes, incluyendo el peso.

Asimismo, los mercados financieros esperan nuevas cifras sobre ventas minoristas y actividad económica nacional. Elizundia puntualizó: "unas cifras resistentes podrían respaldar los datos económicos de esta semana, mejores de lo esperado, e impulsar al peso". De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción industrial creció 2.5% intermensual durante febrero, el mejor desempeño en varios años, con impulso en sectores como manufactura y construcción.

Pese a ese crecimiento, el peso continúa bajo presión frente a otras divisas globales, en parte por la percepción de fragilidad estructural en la economía nacional. Esta combinación de riesgos geopolíticos, tensiones comerciales no resueltas y factores económicos mixtos configura un entorno desafiante para el desempeño del peso mexicano a corto plazo.




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