Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Una auditoría federal evidenció la desaparición de más de 1,500 millones de pesos en medicamentos destinados al sistema de salud público. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) no logró determinar si los insumos fueron entregados por IMSS-BIENESTAR o si no fueron contabilizados por el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), generando un vacío crítico en la cadena de suministro.
Durante la revisión del Gasto Federalizado en Salud correspondiente a 2024, la ASF emitió la recomendación formal 0842-01-002 al gobierno del Estado de México. El organismo fiscalizador documentó que, de un total de 3 mil 333.6 millones de pesos en recursos en especie, el ISEM reportó únicamente la recepción de 1 mil 747.9 millones. La diferencia de 1 mil 585.7 millones permanece sin respaldo.
Este hallazgo se suma a otra recomendación grave registrada bajo el folio 0842-01-001. En ese caso, la auditoría solicitó al gobierno estatal establecer mecanismos para transferencias al Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI), conforme al convenio con IMSS-BIENESTAR. Al no acreditarse esta operación, los recursos no ingresaron al sistema financiero previsto, comprometiendo su trazabilidad.
Igualmente, el informe indicó un riesgo elevado en el cumplimiento de los objetivos del programa federal. La falta de registro impide verificar si los fondos llegaron a la población sin seguridad social.
Adicionalmente, la ASF señaló un conjunto de acciones que motivaron investigaciones internas. Los Órganos Internos de Control abrieron al menos 10 expedientes dirigidos a servidores públicos.
Entre los hallazgos corregidos figura el reintegro de 6.27 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), que habían sido transferidos a una cuenta no autorizada. También se devolvieron 329 mil 231 pesos en rendimientos financieros obtenidos indebidamente.
Además, en materia de adquisiciones públicas, se detectaron adjudicaciones directas por 667.9 millones de pesos sin justificación documental. Los contratos incluyeron servicios de diálisis, vales de despensa y equipamiento médico, sin dictámenes de excepción ni fianzas de calidad.
La auditoría identificó pagos improcedentes por 4.42 millones de pesos a personal sin perfil académico adecuado o en puestos no autorizados. De ese total, se recuperaron 3.9 millones tras la intervención del órgano auditor.
También se documentó la ausencia de cobertura de seguridad social para personal eventual médico y paramédico. Además, la información entregada a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no coincidió con los registros contables internos, afectando la calidad de la rendición de cuentas.
Finalmente, en su evaluación del control interno, el ISEM recibió una calificación de 81.5 sobre 100. Sin embargo, la ASF subrayó que no se realizaron auditorías internas, no existieron canales para denuncias éticas y no se definieron metas operativas durante el periodo auditado.