Pruebas de autobuses eléctricos en Toluca revelan aún obstáculos para su implementación

 12-09-2025
Judith Moreno
   
Portada | Estado de México
Foto: IG @autobuses.teo

Foto: IG @autobuses.teo

Las pruebas de autobuses eléctricos en Toluca sirvieron para reconocer desafíos técnicos y financieros que condicionan su implementación. La línea TEO, que opera la ruta Toluca-Metepec-Tenango, mantiene activa una fase de evaluación para determinar si este tipo de unidades resulta viable en condiciones reales de operación.

Desde 2023, la empresa incorporó siete vehículos eléctricos como parte de un programa piloto orientado a modernizar el transporte público en esta región del Estado de México. Antes de concluir el año, se integrarán dos unidades adicionales, una de las cuales cuenta con tecnología que no requiere carga mediante conexión tradicional, informó Hugo Salazar Ávila, gerente general de TEO.

Mediante el proceso de prueba, se ha realizado una comparación detallada entre los nuevos modelos eléctricos y los autobuses de combustión interna. Esta evaluación incluye reportes técnicos, análisis de costos y monitoreo del desempeño en ruta, todo con el objetivo de identificar ventajas, limitaciones y requisitos de adaptación.

Una de las principales preocupaciones detectadas es el tiempo requerido para recargar las baterías. Según el directivo, un autobús a diésel puede abastecerse en aproximadamente 10 minutos, mientras que un modelo eléctrico requiere entre cuatro y seis horas para completar su ciclo de carga. Adicionalmente, la vida útil de las baterías impone un reto a largo plazo, ya que deben reemplazarse cada seis o siete años, lo cual implica costos adicionales en mantenimiento y renovación.

A estos factores se suma la inversión inicial necesaria para adquirir las unidades. Cada autobús eléctrico representa un gasto cercano a 4.5 millones de pesos. A ello se suma la infraestructura necesaria: una estación de carga adecuada para operar una flotilla de 100 unidades. Este componente supone una inversión de aproximadamente 100 millones de pesos, más un millón adicional por cada kilómetro de cableado, detalló Salazar Ávila.

Frente a este panorama, el directivo reconoció la necesidad de colaboración institucional. Según su perspectiva, ninguna empresa de transporte público puede afrontar por sí sola los gastos asociados a esta transición. Por ello, TEO mantiene diálogo con autoridades estatales y municipales, con el objetivo de explorar mecanismos de financiamiento o subsidios para impulsar el proyecto.

"Es viable la electromovilidad, Toluca lo requiere, pero falta mucha infraestructura y condiciones específicas como un carril confinado y el tipo de pavimento", afirmó el gerente durante el seguimiento del programa.

También, la evaluación considera la experiencia de los usuarios. Según la empresa, la aceptación del público ha sido favorable, con comentarios positivos relacionados al menor ruido de las unidades, la comodidad durante el trayecto y la percepción de una movilidad más limpia. Estos elementos refuerzan el valor del proyecto, aunque no neutralizan los retos estructurales.

Además, las pruebas se extenderán hasta finales de noviembre o comienzos de diciembre. Una vez concluido ese periodo, TEO definirá si existen condiciones suficientes para avanzar con una implementación más amplia.

Finalmente, la electromovilidad representa una opción sostenible para el transporte urbano, pero su adopción depende de factores técnicos, económicos y logísticos que deben resolverse antes de su expansión.




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