Bolsonaro niega golpe y llama a la pacificación en masiva marcha en San Pablo

 25-02-2024
Francisco Vicario
   
Portada | Internacional
Foto: X @jairbolsonaro

Foto: X @jairbolsonaro

Jair Bolsonaro, en una manifestación en la Avenida Paulista de San Pablo, negó haber intentado un golpe de Estado y llamó a la "pacificación" de Brasil. Frente a una multitud estimada entre 600 mil y 750 mil personas, el expresidente buscó demostrar su apoyo en un contexto de crecientes investigaciones sobre su supuesta trama para permanecer en el poder tras su derrota electoral en 2022. Bolsonaro, quien gobernó Brasil desde 2019 hasta 2022, rechazó las acusaciones en su contra, se describió como un perseguido político y solicitó amnistía para aquellos detenidos en el asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia, el 8 de enero de 2023.

Durante su discurso, el exmandatario evitó mencionar directamente al Supremo Tribunal Federal (STF), enfatizando su deseo de superar las divisiones pasadas y vivir en paz. La manifestación, la primera convocada desde que dejó el poder, fue financiada y organizada por el pastor evangélico Silas Malafaia, con el objetivo de defender el Estado Democrático de Derecho. Bolsonaro, protegido por un chaleco antibalas, expresó su orgullo por la participación masiva, interpretándola como una demostración de la determinación del pueblo brasileño.

A diferencia de actos anteriores, la convocatoria no incluyó llamados a interrumpir el orden democrático, mostrando un frente unido en apoyo al expresidente sin ataques directos a adversarios políticos. Este evento se produce en un momento crítico para Bolsonaro, quien enfrenta múltiples investigaciones y está políticamente inhabilitado hasta 2030 por atacar el sistema de votación electrónica. Su comparecencia ante la policía federal, junto con otros investigados y sin emitir declaraciones, subraya la gravedad de las acusaciones en su contra, incluida su participación en la elaboración de un decreto para anular los comicios y detener a miembros del STF. La manifestación se dio días después que el presidente Lula Da Silva fuera declarado persona non grata en Israel por acusar al país de genocidio.

El apoyo mostrado en la Avenida Paulista refuerza la narrativa bolsonarista de una persecución política, mientras el expresidente Jair Bolsonaro y sus aliados continúan defendiéndose de las acusaciones y buscando maneras de mantener viva su influencia en la política brasileña.




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