
Foto: ONU
Corea del Norte reafirmó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que su programa nuclear no está sujeto a negociación y lo definió como un componente esencial de su soberanía y existencia. El discurso, pronunciado por Kim Son Gyong, viceministro de Relaciones Exteriores, reiteró que la desnuclearización no es una opción y que el armamento atómico representa una garantía de equilibrio en la península coreana.
Durante su intervención, el funcionario norcoreano denunció los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, a los que calificó como una amenaza directa a la República Popular Democrática de Corea (RPDC). "En ningún otro lugar del mundo se puede encontrar un lugar como la península de Corea, en el que el Estado nuclear más potente y sus aliados llevan a cabo ejercicios de guerra bilaterales y multilaterales todo el año".
Kim Son Gyong aseguró que, pese a esas presiones, la RPDC ha contenido los riesgos a través de su capacidad de disuasión. "Gracias a los elementos disuasorios físicos mejorados por nuestro Estado [...] garantizamos así el equilibrio de poderes en la península de Corea". En ese contexto, el arsenal nuclear fue descrito como un "elemento sagrado y absoluto" consagrado en la Constitución norcoreana.
La postura fue respaldada por el líder Kim Jong Un, quien afirmó en un discurso previo: "Nunca habrá por la eternidad, negociaciones con enemigos para intercambiar algunas cosas por alguna obsesión con levantar las sanciones". También expresó que "si Estados Unidos abandona la absurda obsesión de desnuclearizarnos [...] no hay razón para que no nos sentemos a negociar con Estados Unidos", según medios estatales de Pyongyang.
Por su parte, el viceministro norcoreano defendió esa postura ante la Asamblea General: "Nunca renunciaremos a nuestros elementos nucleares. Es algo que contempla nuestra legislación, nuestra política nacional y nuestra soberanía y va en línea con nuestro derecho a existir". La misión norcoreana ante la ONU también acusó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de actuar sin autoridad legal ni moral sobre su programa nuclear.
El gobierno de Corea del Norte afirmó que su estatus como potencia nuclear está "consagrado de forma permanente en la ley suprema y fundamental de la nación" y es "irreversible", según un comunicado de la agencia oficial KCNA. La RPDC, que se retiró del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en 1994, subrayó que no mantiene vínculos con el OIEA desde hace más de tres décadas.
Rafael Grossi, el director general del OIEA, declaró recientemente que no existen señales de desaceleración en el programa nuclear norcoreano. "Han incrementado todas sus capacidades, todas sus tecnologías, vemos más enriquecimiento, más instalaciones", señaló desde Washington. También advirtió sobre la imposibilidad de monitoreo desde la expulsión de inspectores en 2009.
Las negociaciones entre Pyongyang y Washington permanecen suspendidas desde 2019, tras la fallida cumbre en Hanói. En los años posteriores, Corea del Norte ha consolidado su doctrina de disuasión nuclear mientras Estados Unidos mantiene su exigencia de desmantelamiento completo como condición para retomar el diálogo.
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