Foto: UN Photo/Eskinder Debebe
En una sesión del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas el 14 de abril, diplomáticos de Irán e Israel presentaron posturas diametralmente opuestas en respuesta a los recientes conflictos en el Medio Oriente. El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, alertó sobre la creciente amenaza nuclear de Irán y solicitó acciones internacionales para frenar la escalada de violencia, destacando la implicación de Irán en ataques terroristas tanto internacionales como domésticos.
Por su parte, el embajador iraní, Nasrollah Entezam, acusó a Israel de cometer atrocidades en Gaza y justificó las acciones de represalia de Irán con base a la ley internacional, mencionando un ataque específico en Damasco como catalizador. Entezam también criticó la inacción de Naciones Unidas y sus aliados, acusándolos de proteger a Israel frente a las violaciones internacionales.
La intensidad de las declaraciones en la reunión subraya la complejidad de la situación en el Medio Oriente, donde las acusaciones de genocidio y terrorismo cruzan fronteras y escalan las tensiones. La sesión de emergencia fue convocada a petición urgente del representante permanente de Israel ante las Naciones Unidas.
Estados Unidos reforzó la defensa de Israel ante los ataques aéreos de Irán a Israel. Los líderes del G7 advirtieron desestabilización de la región por el ataque iraní a Israel.
De manera similar, el representante permanente de la República Islámica del Irán ante las Naciones Unidas dirigió una carta al presidente del Consejo de Seguridad fechada el 13 de abril, afirmando que los ataques se produjeron "en el ejercicio del derecho inherente del Irán a la legítima defensa, tal como se describe en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, y en respuesta a las recurrentes agresiones militares israelíes, en particular su ataque armado del 1 de abril de 2024 contra "locales diplomáticos iraníes" en Damasco.
El hecho de que ambas naciones continúen su confrontación en un foro tan crítico como el Consejo de Seguridad de la ONU sugiere que las posibilidades de un acercamiento diplomático son cada vez más remotas. Esto plantea interrogantes sobre los próximos pasos que tomarán tanto Irán como Israel y el papel que jugará la comunidad internacional en buscar una resolución pacífica y duradera.
De esta manera, mientras Irán advierte contra cualquier agresión militar y reitera su derecho a defenderse, Israel pide un enfoque más firme para contener las ambiciones nucleares y las ofensivas militares de Irán. La situación puso en alerta a las naciones alrededor de mundo quienes buscan prevenir una escalada de violencia que podría tener implicaciones devastadoras a nivel global.
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