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El 23 de febrero de 2021, el Comité de Relaciones Internacionales del Senado de Estados Unidos confirmó a Linda Thomas Greenfield como la próxima embajadora de dicho país ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Nominada por el actual presidente demócrata Joe Biden, la funcionaria fue confirmada para el puesto tras una votación favorable de 78 votos a favor contra 20 en contra. No obstante, pese a su experiencia diplomática, dicha decisión no estuvo exenta de controversias al interior del órgano legislativo.
Thomas Greenfield, de 68 años es originaria de Louisiana, donde siendo afroamericana vivió la experiencia de asistir a escuelas segregadas. Se desempeña en cargos públicos desde 2004, cuando asumió el cargo de subsecretaria adjunta del Buró de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado hasta 2006. Posteriormente, ocupó el puesto de subsecretaria adjunta de Asuntos Africanos hasta 2008 y, durante la administración Obama, como embajadora en Liberia. Fue después titular del Buró de Asuntos Africanos hasta 2017, año en el que fue despedida cinco días después de iniciada la administración de Donald Trump.
Durante su última entrevista ante el congreso celebrada el pasado 27 de enero de 2021, la entonces nominada fue cuestionada por los senadores Bob Menéndez y Ted Cruz. Principalmente, con respecto a las acciones a tomar respecto a la creciente influencia de China en la ONU. Este puso especial atención a un discurso que Thomas profirió en la Universidad Estatal de Savannah, en Georgia, 2019, sobre la relación del continente africano con China y Estados Unidos. Este, en un evento patrocinado por el Instituto Confucio.
Al respecto, declaró que aceptó la invitación de la universidad como una oportunidad de interactuar con jóvenes afroamericanos e incentivar mayor inclusión de este grupo en asuntos diplomáticos. No obstante, afirmó arrepentirse de haber asistido y encontrarse preocupada respecto a la influencia de China en Africa y en las Naciones Unidas, así como su política interna.
Por otra parte, durante dicho encuentro, la ahora embajadora delineó las prioridades que tendrá su trabajo de representación ante la ONU. Principalmente, procurará que el liderazgo de Estados Unidos ante dicha organización esté en línea con sus "valores nucleares"; democracia, derechos humanos universales y la promoción de la paz y la seguridad. Por otra parte, insistirá en generar reformas para hacer de la ONU un "organismo efectivo y eficiente". En tercer lugar, estrechar relaciones de trabajo con el Comité de relaciones internacionales en el Senado.
Linda Thomas-Greenfield también afirmó que como representante estadounidense ante la ONU estará alineada a los planes de política exterior planteados por el gobierno de Joe Biden. Este contempla generar mayores oportunidades de inversión en Estados Unidos en un intento por aumentar su competitividad ante el crecimiento del mercado chino. Sin hacer menos la críticas hacia el régimen del Partido Comunista Chino, también se ha puesto énfasis en no generar un clima de franco enfrentamiento con dicho país como sucedió con la administración de Donald Trump.
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