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Organizaciones no gubernamentales tales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos mostraron su preocupación y rechazo contra la megacárcel del presidente Nayib Bukele de El Salvador.
De acuerdo con estas organizaciones, la construcción y puesta en funcionamiento de dicho centro de detención podría generar violaciones de los derechos humanos contra los presos. Específicamente, Human Rights Watch tuvo acceso a una filtración de datos donde se mostraban violaciones al debido proceso en función de privar a las personas de su libertad. Tamara Taraciuk, directora de funciones de la organización aseguró:
"Los datos revelan que las autoridades salvadoreñas han sometido a las personas detenidas, incluyendo a cientos de niños, a un hacinamiento extremo en centros de detención abarrotados..."
Esta megacárcel consiste en una prisión para "los perfilados de alto rango de las pandillas, los corredores de programas, los gatilleros, todos los que pertenezcan a grupos terroristas", indicó el viceministro de Justicia y Seguridad Pública Osiris Luna en la presentación del centro.
Nayib Bukele mencionó, serán trasladados al centro algunos de los casi 63 mil presuntos pandilleros detenidos por la guerra contra las pandillas, bajo su mandato. La "megacárcel" está construida cerca de Tecoluca y tiene capacidad para 40 mil presos. Además posee sistemas de vigilancia con circuitos de video y escáner para la revisión de quienes ingresen.
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