Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: Wikimedia Commons
Durante el fin de semana del 24 y 25 de enero, miles de personas en más de 100 ciudades en Rusia salieron en protesta contra el arresto de Alexei Navalny. Como uno de los políticos más crítico del gobierno de Vladimir Putin, Navalny se encuentra preso, así como las más de 3 mil 700 personas por las protestas.
Alexei Navalny es un opositor del gobierno de Vladimir Putin, señalando las políticas incorrectas y la corrupción de su administración. Las aseveraciones van desde llamar a los funcionarios "criminales y ladrones", hasta afirmar que "Putin sólo le chupa la sangre a Rusia" mediante un estado feudal.
Fue en agosto de 2020 cuando sufrió un atentado de envenenamiento durante un vuelo sobre Siberia, para después trasladarlo a Alemania en su tratamiento. El atentado se cuestionó como un intento del gobierno de Putin por callar a un opositor pero este niega el suceso. Luego de meses en recuperación, Navalny regresó a Rusia donde poco tiempo después fue arrestado.
Ante el arresto de Navalny, miles de estudiantes y personas a favor de las declaraciones del opositor llevaron sus protestas a las calles rusas. Fue en Moscú donde la mayor concentración de protestantes se llevó a cabo, al menos 10 mil personas tan sólo en la capital, quienes pedían la liberación de Navalny.
Fuerzas policiales rusas arrestaron a más de 3 mil 700 personas en todo el país, activistas mencionaron los actos violentos por parte de la policía para someter a los manifestantes. Las declaraciones de Putin al respecto fueron que no se permitiría el desacato a la autoridad y que las protestas serían tomadas como agresiones contra el gobierno ruso.
"Todos tienen el derecho de expresar su punto de vista dentro del marco provisto por la ley, todo lo que esté fuera de la ley no sólo es contraproducente, sino peligroso", declaró Putin. Asimismo, el presidente ruso negó las acusaciones por las que Navalny se encuentra preso: el financiamiento de un palacio en el Mar Negro con dinero público.
Por su parte, Estados Unidos condenó las tácticas duras utilizadas por el gobierno ruso contra las protestas del fin de semana. También, el gobierno estadounidense exigió la liberación "inmediata e incondicional" de Navalny. Un conflicto con el embajador estadounidense John Sullivan y el ministro ruso de Asuntos Exteriores también se desarrolla por las declaraciones del primero ante las protestas.
Hasta el momento, Putin, como cabeza de Rusia. ha confirmado la búsqueda y arresto de los protestantes que agredieron a policías. Leonid Volkov, aliado de Navalny, ya declaró la preparación de protestas para el último fin de semana de enero con las mismas peticiones de liberación.