
Foto: Sergio F Cara (X/@realdonaldtrump/NotiPress)
El movimiento antifascista conocido como Antifa fue señalado nuevamente en Estados Unidos tras el anuncio de Donald Trump sobre su designación como organización terrorista. La declaración se realizó en la red social Truth Social durante el jueves 18 de septiembre.
Trump escribió en su publicación: "Me complace informar a nuestros muchos Patriotas de EEUU que estoy designando a ANTIFA, UN DESASTRE RADICAL DE IZQUIERDA, ENFERMO Y PELIGROSO, COMO UNA IMPORTANTE ORGANIZACIÓN TERRORISTA". El presidente añadió: "También recomendaré firmemente que quienes financian a ANTIFA sean investigados a fondo de acuerdo con los más altos estándares y prácticas legales. ¡Gracias por su atención a este asunto!".
Durante una comparecencia previa en la Oficina Oval, Trump relacionó la medida con el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. "Antifa es terrible. Hay otros grupos", declaró el 15 de septiembre. Posteriormente agregó: "Tenemos algunos grupos bastante radicales, y se han salido con la suya con el asesinato". Además, señaló que discutió con la secretaria de Justicia, Pam Bondi, la posibilidad de procesar a organizaciones de izquierda bajo la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado (RICO). "Le he pedido a Pam que investigue eso en términos de la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado (RICO, por sus siglas en inglés), presentar casos RICO", expresó.
Un funcionario de la Casa Blanca declaró a CNN: "Esta es solo una de muchas acciones que tomará el presidente para abordar las organizaciones de izquierda que fomentan la violencia política". Sin embargo, no está definido el mecanismo legal para aplicar esta designación, dado que Antifa carece de una estructura centralizada o un liderazgo formal.
El término Antifa proviene de la abreviatura de "antifascistas" y describe a colectivos y personas con ideología de izquierda radical. De acuerdo con reportes de CNN, el movimiento no tiene un líder oficial ni sede central, aunque algunos grupos organizan reuniones locales en distintos estados.
No es la primera ocasión en que Donald Trump impulsa medidas contra Antifa. Durante su primer mandato, ya había prometido la designación y su entonces secretario de Justicia, William Barr, afirmó que las acciones del movimiento constituían "terrorismo interno". Ahora, el anuncio se suma a otras propuestas recientes, como revisar el estatus de organizaciones progresistas sin fines de lucro y la posibilidad de presentar cargos penales contra individuos acusados de atacar a conservadores.
El anuncio generó críticas entre legisladores demócratas, quienes denunciaron que la medida podría usarse como pretexto para limitar la disidencia política. Mientras tanto, especialistas señalaron que, a diferencia de las organizaciones extranjeras designadas como terroristas, la legislación estadounidense no contempla un marco equivalente para grupos de carácter nacional.
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