Ciudad de México,
Martín Olivera
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La conscripción militar obligatoria recupera protagonismo en Europa a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania y el aumento de tensiones regionales. Alemania, que suspendió la conscripción en 2011, aprobó un plan para ampliar sus fuerzas armadas hasta 260.000 efectivos, con un esquema que inicia de manera voluntaria y deja abierta la opción de volver a la obligatoriedad.
A partir de 2026, todos los varones que cumplan 18 años deberán declarar si están dispuestos a realizar el servicio. En caso de que no se alcance la cifra proyectada de soldados, el gobierno contempla restablecer la obligatoriedad. Este modelo se suma a iniciativas similares aplicadas en países nórdicos y bálticos, donde la amenaza rusa ha acelerado la recuperación de la conscripción.
Suecia reimplantó en 2017 el servicio obligatorio, siete años después de su abolición, y desde entonces duplicó el número de reclutas. Dinamarca estableció en 2024 la obligatoriedad también para mujeres, replicando la práctica de Noruega, que busca incrementar en un 50% el número de conscriptos antes de 2036. En Letonia, los varones de 18 a 27 años deben cumplir 11 meses de servicio militar o civil, mientras que en Estonia la duración oscila entre ocho y 11 meses.
Finlandia mantiene un esquema obligatorio para hombres y voluntario para mujeres, con un cambio legal orientado a aumentar la reserva militar hasta un millón de personas antes de 2031. En el sureste de Europa, Serbia y Croacia anunciaron su regreso a la conscripción con fechas previstas para 2025 y 2026. El modelo plantea entrenamientos cortos, en algunos casos remunerados, como respuesta a la situación geopolítica actual.
Austria y Suiza mantienen desde hace décadas sistemas de reclutamiento obligatorio. Grecia, por su parte, conservará el servicio para hombres debido a las tensiones históricas con Turquía, pero a partir de 2026 concentrará a los reclutas únicamente en el Ejército de Tierra.
Polonia presentó un plan de "formación militar a gran escala" con el objetivo de alcanzar 500.000 efectivos, incluyendo reservistas. Para ello, el gobierno aprobó reformas legales que facilitan la incorporación y financian programas de entrenamiento voluntario remunerado. En Lituania, donde se recluta de manera aleatoria a unos 4.000 jóvenes cada año, la primera ministra designada Inga Ruginiene afirmó recientemente que podría ser "inevitable" instaurar un sistema universal de reclutamiento.
Otros países optan por modelos más flexibles. Bélgica anunció la creación de un servicio militar voluntario para mayores de 18 años sin planes de hacerlo obligatorio. En Países Bajos, el gobierno estudia incentivos y programas de incorporación voluntaria, pero descarta por ahora la conscripción.
España abolió el servicio militar obligatorio en 2001 y mantiene un modelo profesional. La ministra de Defensa, Margarita Robles, reiteró durante una visita a Berlín: "No va a haber servicio militar en España, en absoluto, ni creo que se le haya pasado por la cabeza a nadie".