
Foto: X @WhiteHouse
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles 12 de noviembre a la noche la ley de financiamiento que pone fin al cierre federal más prolongado registrado en la historia del país. Con esta acción, el gobierno reanuda plenamente sus operaciones tras más de un mes de suspensión parcial de funciones, afectando a cientos de miles de trabajadores y diversos servicios públicos.
La norma, previamente aprobada por el Senado y ratificada por la Cámara de Representantes, recibió un amplio respaldo bipartidista. En la Cámara baja, la mayoría de los republicanos y sólo seis demócratas votaron a favor. El texto establece un nuevo límite de financiación hasta el 30 de enero, fecha en la que el Congreso deberá volver a debatir el presupuesto federal. Además, incluye provisiones que aseguran el financiamiento de algunos programas clave hasta el final del año fiscal 2026.
Desde la Casa Blanca, Trump declaró: "Hoy mandamos un mensaje claro de que nunca nos someteremos a una extorsión", acompañado por legisladores republicanos. Durante su intervención, también afirmó: "Solo quiero decirles que el país nunca ha estado mejor. Pasamos por este desastre pasajero con los demócratas porque pensaron que sería bueno".
En su discurso, el mandatario vinculó el cierre con el panorama electoral y apuntó directamente a los demócratas: "Solo quiero decirle al pueblo estadounidense que no olviden esto cuando lleguen las elecciones de mitad de mandato y demás. No olviden lo que le han hecho a nuestro país".
Durante la ceremonia de firma en el Despacho Oval, Trump estuvo acompañado por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y otros legisladores. En ese contexto, expresó: "Hoy pido que no se pague a las compañías de seguros, sino que esta enorme cantidad de dinero se entregue directamente a la gente". En referencia al sistema de salud, añadió: "Trabajaremos en algo relacionado con la atención médica. Podemos hacerlo mucho mejor". Uno de los detonantes del shutdown fueron los desacuerdos en torno al Obamacare, cuestión que perduró hasta los debates finales.
El cierre federal, que duró 43 días, paralizó temporalmente a varias agencias gubernamentales y dejó sin ingresos a cientos de miles de empleados. La nueva ley garantiza el pago retroactivo de los salarios atrasados y busca estabilizar los servicios afectados.
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