Foto: Charlotte Cuthbertson/The Epoch Times
Tras una reunión en Mar-a-Lago, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, acordaron trabajar en conjunto para abordar la crisis del fentanilo, una problemática que ha cobrado miles de vidas en ambos países. Sin embargo, Trump reiteró su intención de imponer un arancel del 25% a todas las importaciones provenientes de Canadá y México.
En un comunicado emitido a través de Truth Social, Trump destacó la urgencia de combatir el flujo de fentanilo, atribuyendo su origen principalmente a China y a los cárteles de la droga que operan a través de las fronteras mexicanas y canadienses. "No nos quedaremos de brazos cruzados mientras esta epidemia destruye familias estadounidenses", afirmó.
Por su parte, Trudeau manifestó su disposición a colaborar para mitigar la crisis, mientras el embajador canadiense en Washington, Kirsten Hillman, aseguró que Canadá está evaluando fortalecer su seguridad fronteriza con nuevas tecnologías y más personal.
Aranceles en el horizonte
A pesar del tono cooperativo en materia de salud, Trump reafirmó su intención de imponer un arancel del 25% sobre todas las importaciones de Canadá y México a partir del 20 de enero. Según el presidente electo, esta medida busca presionar a ambos países para reforzar la seguridad en sus fronteras y frenar la inmigración ilegal.
El anuncio ha generado preocupación en Canadá, cuyo gobierno advirtió que tomará medidas para proteger sus intereses comerciales. Hillman afirmó que Ottawa busca evitar una "guerra arancelaria" mientras continúa las negociaciones con el equipo de Trump.
La reunión, que se extendió por tres horas, abordó temas como la seguridad fronteriza, Ucrania, la OTAN, China, y proyectos energéticos. Según medios locales, ambas partes calificaron el encuentro como un "inicio constructivo", aunque las diferencias en política comercial y de seguridad siguen marcando la relación bilateral.
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