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En la Ciudad de México, seis de cada diez casas se edifican sin la supervisión de un arquitecto o un ingeniero, lo cual implica riesgos elevados en una región donde los sismos son recurrentes. Frente a esa realidad, empresas privadas han comenzado a proporcionar capacitaciones gratuitas orientadas a familias que deciden levantar su propio hogar, con el objetivo de reducir fallas estructurales y evitar colapsos.
Materiales San Cayetano Express®, con presencia en distintos puntos de la capital y municipios vecinos, desarrolla sesiones abiertas al público en sus tiendas de Ticoman, Ecatepec, Barragán en la zona Doctores, Cuautepec, Teoloyucan, San Juan Zitlaltepec, Pantitlán y Melchor Ocampo. Las actividades incluyen preparación de mezclas, colocación adecuada de tabiques y demostraciones de productos que buscan ofrecer alternativas accesibles para quienes optan por construir sin financiamiento formal.
El gerente general de la empresa, ingeniero Oscar Montoya, explicó a NotiPress que la estrategia central consiste en instruir a los usuarios. "Nuestro énfasis está en educar al autoconstructor. Lo hacemos a través de demostraciones prácticas, capacitaciones constantes y pruebas de producto, porque nuestro principal objetivo es brindar seguridad a las familias que deciden levantar su vivienda por cuenta propia", señaló.
La relevancia de este tipo de programas surge de la necesidad de mitigar deficiencias comunes en la autoconstrucción. Entre ellas destacan cimentaciones mal diseñadas, empleo de tabiques con baja resistencia o ausencia de alineación en muros y columnas. Dichas fallas, frecuentes en zonas de suelo blando, pueden derivar en hundimientos diferenciales y daños severos durante un sismo.
San Cayetano Express® promueve también la utilización de materiales industrializados. Estos productos garantizan uniformidad en tamaño y calidad, lo que facilita muros sólidos y reduce errores en el armado de estructuras. Además, la empresa acerca mezclas listas de Calidra y ladrillos Novaceramic, cuyo diseño tecnológico permite conservar la temperatura en el interior de las viviendas y disminuir costos de mantenimiento.
Así, la capacitación busca ampliar el acceso a prácticas seguras entre sectores que no cuentan con asesoría profesional. En barrios de alta densidad urbana, donde la autoconstrucción responde a la falta de créditos hipotecarios, iniciativas de este tipo representan un recurso adicional para disminuir la vulnerabilidad de miles de hogares.
Habitantes de colonias como Cuautepec, Iztapalapa o Gustavo A. Madero enfrentan un doble desafío: edificar con recursos limitados y hacerlo en terrenos con características sísmicas adversas. En esas circunstancias, la capacitación se convierte en una herramienta para alargar la vida útil de las viviendas, optimizar la inversión familiar y, principalmente, aumentar la seguridad de los residentes.
Además, la experiencia compartida por vecinos que participaron en estos programas muestra el valor de recibir orientación técnica aun sin contar con un proyecto arquitectónico formal. Al incorporar prácticas aprendidas en talleres gratuitos, las familias logran reforzar elementos clave como cimientos y castillos, reduciendo las probabilidades de fallas críticas en futuros movimientos telúricos.
Finalmente, en un entorno donde la autoconstrucción seguirá siendo predominante, la oferta de capacitación gratuita se posiciona como un recurso adicional para la población. El objetivos es que puedan edificar con mayor responsabilidad y con menor exposición a riesgos estructurales en la Ciudad de México.
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