
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La edificación de viviendas por cuenta propia, sin el respaldo técnico adecuado, representa un riesgo significativo para miles de familias. Esta práctica, extendida por motivos económicos, puede derivar en situaciones peligrosas vinculadas a la estabilidad de la estructura, cumplimiento normativo y condiciones básicas de habitabilidad.
Según información a la que tuvo acceso NotiPress, los errores más graves durante la autoconstrucción sin supervisión especializada se relacionan con modificaciones estructurales inadecuadas. Actividades como retirar muros o perforar elementos portantes sin conocimientos técnicos pueden comprometer la resistencia del inmueble. Esto incrementa la posibilidad de colapsos parciales o totales que, además de pérdidas materiales, podrían causar lesiones o consecuencias fatales.
Otra consecuencia frecuente corresponde al incumplimiento de las disposiciones urbanísticas. Realizar construcciones sin tener en cuenta las reglamentaciones locales puede derivar en procedimientos legales y, en casos extremos, órdenes de demolición. Esta situación también impide el acceso formal a servicios básicos o créditos destinados a la mejora de la vivienda.
Las deficiencias en instalaciones hidráulicas y eléctricas, derivadas del desconocimiento técnico, constituyen otra fuente de riesgo. La sobrecarga en redes eléctricas improvisadas o una mala ejecución en el sistema de tuberías puede provocar accidentes como cortocircuitos, incendios o fugas, además de interrupciones en la funcionalidad cotidiana del hogar.
Más allá de los aspectos estructurales, el confort también se ve comprometido. Las construcciones hechas sin asesoría pueden carecer de ventilación cruzada, aislamiento térmico o iluminación natural suficiente. Esto repercute directamente en la calidad de vida de los ocupantes y su salud, sobre todo en entornos urbanos con altas temperaturas o ruidos constantes.
Por otro lado, el uso inadecuado de materiales representa un riesgo silencioso pero persistente. Emplear insumos de baja calidad o no aptos para determinadas condiciones climáticas puede acelerar el desgaste de los elementos constructivos, generando problemas de mantenimiento constante y afectando la durabilidad general de la vivienda.
En zonas de crecimiento urbano no regularizado, la autoconstrucción sin asesoría puede agudizar problemas sociales y ambientales. La instalación de viviendas en áreas sin planificación adecuada dificulta el acceso a infraestructura básica, tales como drenaje, electricidad o transporte público, además de generar retos en materia de salubridad.
Diversas empresas, entre ellas Materiales San Cayetano Express, ofrecen talleres gratuitos en tiendas ubicadas en distintos puntos del Valle de México. Estas actividades buscan capacitar a personas interesadas en autoconstruir, promoviendo el uso de técnicas modernas, mejor manejo del presupuesto y una comprensión adecuada de las implicaciones técnicas y legales de construir sin respaldo profesional.
Transformar la experiencia de construir en un proceso más seguro requiere decisión, herramientas correctas y orientación calificada. Iniciativas que impulsan este tipo de formación se convierten en piezas clave para avanzar hacia un entorno urbano más ordenado, funcional y resistente ante los desafíos actuales.
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