Avances, retos y estrategias para potenciar el papel de la mujer en las organizaciones

El liderazgo femenino demostró ser un factor clave en la evolución de las empresas, impulsando la innovación, la sostenibilidad y la equidad. En América Latina, diversas iniciativas surgieron para cerrar la brecha de género y fomentar la participación de las mujeres en distintos sectores, incluidos la ingeniería y la tecnología.

Recientemente, la presencia femenina en el mercado laboral registró un crecimiento significativo. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la tasa de participación laboral femenina alcanzó el 53,5% en 2022 y aumentó a 54,4% en el primer trimestre de 2023. Este avance se atribuye a programas de capacitación y políticas de inclusión laboral promovidas tanto por gobiernos como por empresas.

En el ámbito tecnológico, México destaca por una mayor incorporación de mujeres en grandes empresas del sector. Datos de Deloitte indican que el 33% de la fuerza laboral en estas compañías está conformada por mujeres, reflejando su papel clave en una industria tradicionalmente dominada por hombres.

Retos para el liderazgo femenino en las empresas

A pesar de estos avances, aún existen desafíos que limitan el acceso de las mujeres a posiciones estratégicas dentro de las organizaciones. Entre los principales obstáculos se encuentran:

Barreras culturales: La persistente expectativa de que las mujeres deben asumir mayores responsabilidades en el hogar afecta su disponibilidad para empleos de tiempo completo y su desarrollo profesional. Brecha salarial: En América Latina, las mujeres ganan entre un 15% y un 30% menos que los hombres por trabajos equivalentes, lo que evidencia una desigualdad estructural en el acceso a mejores condiciones económicas. Acceso a educación STEM: Aunque el acceso a la educación ha mejorado, las mujeres siguen siendo minoría en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), lo que limita su acceso a empleos bien remunerados y de alto potencial de crecimiento. Segregación ocupacional: Las mujeres están sobrerrepresentadas en sectores como educación y servicios, mientras que su presencia es menor en industrias con mayor remuneración, como tecnología e ingeniería. Falta de políticas equitativas: La ausencia de leyes que garanticen acceso equitativo a licencias parentales y guarderías asequibles dificulta el equilibrio entre la vida laboral y familiar, afectando las oportunidades de crecimiento profesional.

Estrategias para potenciar el liderazgo femenino

Para reducir estas brechas y fortalecer la presencia de las mujeres en los negocios, es fundamental que las empresas adopten estrategias concretas. Sandra Matus, directora de marketing para Panduit LATAM, enfatiza la necesidad de implementar políticas inclusivas, desarrollar programas de mentoría y fomentar entornos laborales equitativos.

Empresas como Panduit implementaron iniciativas como Panduit LATAM Women’s Network y Panduit Empowering Women’s Success, que buscan fortalecer el talento femenino mediante capacitaciones, coaching cultural y eventos de networking. "Ambos programas han permitido que mujeres dentro de Panduit fortalezcan sus habilidades de liderazgo y expandan sus oportunidades de crecimiento profesional", comentó Matus a NotiPress.

Asimismo, la tecnología y la digitalización representan herramientas clave para reducir la brecha de género. "Plataformas de educación en línea permiten que más mujeres accedan a formación en áreas técnicas y de negocios sin las barreras tradicionales de tiempo y espacio. Hoy día, gracias a la tecnología y a la inteligencia artificial es posible automatizar tareas repetitivas y administrativas, permitiendo que las mujeres se enfoquen en actividades estratégicas dentro de sus organizaciones", explicó Matus.

Más allá de la equidad de género, la promoción del liderazgo femenino demostró generar beneficios económicos y organizacionales. Estudios evidenciaron que las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos directivos obtienen mejores resultados financieros y fomentan una cultura corporativa más equitativa y sostenible.